La semana pasada se estrenó en Venezuela el documental Si yo muero primero, una coproducción de Ecuador y Venezuela que narra la leyenda del cantautor y guitarrista ecuatoriano Julio Jaramillo, “el ruiseñor de América”, autor de centenares de boleros, pasillos y valses que desde los años cincuenta han cantado de memoria varias generaciones de oyentes en toda América Latina. Si yo muero primero es el tercer documental del también ecuatoriano Rodolfo Muñoz, cuyo interés por recrear el mito de Julio Jaramillo surgió tras constatar que centenares de seguidores del músico siguen acudiendo cada 1 de octubre al cementerio de Guayaquil para celebrar el cumpleaños de su ídolo fallecido en 1978. La película, que recibió la ayuda al Desarrollo de Ibermedia en la Convocatoria 2015, es una coproducción de Gallito Filmes y La Tina Films, con el apoyo del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía de Venezuela (CNAC).
“Si yo muero primero, / es tu promesa, / sobre mi cadáver / dejar caer / todo el llanto que brote / de tu tristeza / y que todos se enteren / de tu querer. // Si tú mueres primero, / yo te prometo, / escribiré la historia / de nuestro amor / con toda el alma llena / de sentimiento, / la escribiré con sangre, / con tinta sangre / del corazón”.
De la letra de este conocido bolero, Nuestro juramento, uno de los más populares de Julio Jaramillo, ha cogido un verso Rodolfo Muñoz para el título de su película.
El bolerista ecuatoriano murió el 9 de febrero de 1978 en una clínica de Guayaquil. Ese mismo día, cerca de doscientas mil personas se congregaron en los alrededores para rendir homenaje al “ruiseñor de América”. Además, su cuerpo fue velado durante tres días en diferentes lugares que habían sido emblemáticos para él, como la sede de Radio Cristal, el Palacio Municipal y el coliseo Voltaire Paladines Polo.
Como no podría ser de otro modo tratándose de una película sobre una leyenda así, Si yo muero primero va siguiendo el recorrido de Jaramillo por Ecuador, Colombia, México, Argentina y Venezuela, países clave para comprender la conversión del músico en un ídolo de masas.
Participó en dúos con otros músicos populares como el puertorriqueño Daniel Santos, el mexicano Cantinflas, los colombianos Alci Acosta y Óscar Agudelo, o el ecuatoriano-colombiano Olimpo Cárdenas, y gran parte de su éxito se debe a que su registro vocal le permitió adaptar exitosamente muchas de las canciones típicas de cada país que visitó. Su obra musical, compuesta básicamente de boleros, también incluye valses, pasillos, corridos y tangos.
Se calcula que grabó más de 400 canciones, aunque no todos sus discos son fáciles de hallar hoy en día. De hecho, entre su primer álbum, Julio Jaramillo, de 1951, y el segundo, El nuevo estilo de Julio Jaramillo, de 1965, pasaron catorce largos años.
En Venezuela, país que coproduce la película, el ecuatoriano grabó canciones tan populares como “Caraqueñita” y versiones de clásicos del cancionero local como “Brisas del Zulia” y “Brisas del Torbes”. En 1966 grabó el álbum Ritmos venezolanos con el Trío Caracas y, en 1970, Julio Jaramillo le canta a Venezuela.