Avant, el documental que Juan Álvarez Neme ha dedicado al famoso bailarín, director, coreógrafo y maestro de ballet argentino Julio Bocca como director del Ballet Nacional del Sodre de Uruguay, se acaba de estrenar en Argentina con muy buena acogida por parte del público y la crítica especializada. La película del realizador uruguayo —conocido por su anterior trabajo documental El cultivo de la flor invisible— retrata los comienzos de Bocca al frente del Ballet Nacional de Montevideo y la reconstrucción del edificio donde ensaya la compañía después de años de olvido.
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Una olvidada compañía nacional de ballet que habita un teatro todavía en construcción se ve revolucionada con la llegada de Julio Bocca, uno de los mejores bailarines de ballet de todas las épocas. Tras su retiro profesional y buscando encontrar un nuevo lugar en el mundo del ballet, Bocca asume el desafío de dirigir el Ballet Nacional del Sodre de Uruguay y proyectar la compañía a un nivel de competencia internacional. En esta empresa deberá poner su nombre en juego para enfrentar los dilemas entre arte y gestión en una estructura estatal altamente burocratizada.
“Cuando me enteré de que Julio Bocca se haría cargo del Ballet Nacional del Sodre, pensé inmediatamente que allí podía existir una película interesante. Había un territorio cinematográfico definido y me atraía la idea de filmar algo totalmente desconocido para mí. Además, en un país donde las instituciones artísticas estatales están cuestionadas todo el tiempo por su tamaño y eficiencia, la chance de que sucediera algún tipo de milagro en una de ellas era motivación suficiente para comenzar el proyecto”, ha dicho el realizador uruguayo Juan Álvarez Neme acerca de este nuevo documental por el que ha sido comparado con Frederick Wiseman y Aki Kaurismäki.
“La idea era retratar el encuentro entre Bocca y el Ballet Nacional: una estrella internacional y un ballet olvidado. Había algo de fábula en esa cita”.
Avant es, así, el retrato de un cambio. Mediante la contemplación del funcionamiento y la vida cotidiana de esta compañía, registrada durante un año y medio mediante una cámara “invisible” y sin entrevistas, la película explora este espacio en construcción ambientado en una escenografía en constante metamorfosis que sirve de marco para el diario vivir de bailarines, obreros de la construcción, técnicos y limpiadoras, ofreciendo una mirada sobre quiénes somos a través de lo que hacemos.
El documental se filmó dentro del Auditorio y de los espacios del Sodre (Servicio Oficial de Difusión, Radiotelevisión y Espectáculos) en Montevideo, y en los escenarios de la primer gira internacional de la ‘era Bocca’ del Ballet, ya que el equipo del realizador uruguayo acompañó al ballet en sus presentaciones en España.