Santa y Andrés, el segundo largometraje de Carlos Lechuga después de su exitoso debut con Melaza (ganadora de los premios a la Mejor Película en los festivales de Málaga, Mannheim-Heidelberg de Alemania o New England of Ibero-American Cinema de Estados Unidos), se estrena este septiembre en la Casa de América de Madrid. Las proyecciones serán los jueves, viernes y sábado 7, 8 y 9 y 14, 15 y 16, respectivamente. Santa y Andrés cuenta la historia de una campesina a la que envían a un pueblo de la región oriental de la isla con el objetivo de “vigilar” a un escritor homosexual que no inspira “confianza” a la Revolución. Una historia de personas solitarias y apaleadas por la vida que descubren que juntos pueden hacerse muy buena compañía.[:]
“El personaje de Andrés [Eduardo Martínez] es escritor, gay, apartado completamente de la Revolución; pero a Santa [Lola Amores] le pasa esto al mismo tiempo. Creo que mucha gente se va a sentir identificada con la película [porque] mi intención es tratar de ver cómo gente apaleada puede hacer nexos”, ha dicho Lechuga de su segundo largometraje, cuyo estreno mundial fue en el Festival de Toronto del año pasado.
“[He querido] mostrar personas que a veces no se muestran, héroes un poco ocultos.”
Preguntado también por qué tanto Melaza como Santa y Andrés son películas que se alejan geográficamente de La Habana —locación habitual del cine cubano mayoritario— y “se van al campo” para mostrar ambientes rurales, poco frecuentados por la cinematografía de su país, Lechuga contestó lo siguiente:
“Hay gente que escribe ciencia ficción y no fue a la Luna. Es más una inquietud artística. Creo que mi generación se ha ido más al campo. Lo mismo en el cine latinoamericano como en el europeo. Es una vuelta a las raíces, a lo natural. Yo me intereso sobre todo por lo pictórico, los verdes, aprovechar el paisaje natural. Te domina y te centra mucho la imagen para donde quieras ir. Si filmas en la ciudad se cuelan muchas cosas en la imagen, y el tipo de películas que yo hago es de pocos personajes y donde las locaciones juegan un papel importante. Todo lo que sea paisaje rural me da nivel de contención, o sea, que yo puedo dominar: sé lo que está en el cuadro, sé lo que estoy contando y me centro más en lo humano. Si estás en una planicie o en una loma y hay dos seres humanos, la mirada se centra en ellos.”
La película se proyectará a las 20:00 en el cine Casa de América los jueves, viernes y sábados hasta el 16 de septiembre. Más información, aquí.