El ciudadano ilustre es uno de los filmes revelación del año. El cuarto largometraje de los directores Mariano Cohn y Gastón Duprat, que fue elegido para competir como posible candidata a Mejor Película Extranjera de los Oscar y de los Premios Goya y que ya ha superado el medio millón de espectadores en Argentina, ha conseguido dos premios por la actuación protagonista de Oscar Martínez en el Festival de Venecia, y en el Latin Beat de Tokio, encuentro creado ya hace 13 años y que sirve de “ventana” a las novedades de la industria del cine latino en el medio asiático.
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“Estoy muy feliz por este reconocimiento verdaderamente importante para mí y para la gran película que es El Ciudadano Ilustre, señaló Martínez cuando recibió la Copa Volpi en la 73º. edición del Festival de Cine de Venecia.
Tras dejar sobre el suelo del escenario del Palazzo del Cinema la voluminosa Copa Volpi, el intérprete expresó: “Aparte de ser el festival más antiguo de Europa y, junto con Cannes, el más prestigioso, ocurre en Italia que fue la cuna de los más grandes cineastas del siglo XX. Amé el cine italiano, el neorrealismo italiano, a la increíble constelación de directores, actores, actrices y guionistas que tuvieron durante décadas en este país”.
Martínez apuntó que “este fue un papel al cual me sentí muy próximo porque siempre he tenido una cercanía muy fuerte con la literatura”.
¡Oscar Martínez ganador del premio a mejor actor en #Venezia73 por su papel en #ElCiudadanoIlustre! pic.twitter.com/xUDIETV60G
— El Ciudadano Ilustre (@CiudadanoFilm) 10 de septiembre de 2016
Además, El ciudadano ilustre hipnotizó en el Festival de Venecia, “la mostra” de cine más antigua del mundo, ya que logró una ovación de diez minutos de aplausos en una sala con aproximadamente 1.000 personas.
La película cuenta la historia de Daniel Mantovani, un escritor argentino que vive en Europa desde hace más de tres décadas, consagrado mundialmente por haber obtenido el premio Nobel de literatura. Sus novelas se caracterizan por retratar con maestría y despiadada crudeza la vida en Salas, el pequeño pueblo de Argentina en el que nació y al que no ha regresado desde que era un joven con aspiraciones de escritor. Entre la profusa correspondencia que recibe diariamente, le llega una carta de la municipalidad de Salas en la que lo invitan a recibir el máximo reconocimiento del pueblo: la distinción de Ciudadano ilustre. Sorprendentemente, y a pesar de sus importantes obligaciones y compromisos, Daniel decide aceptar la propuesta y regresar a Salas, su pueblo natal.
Los directores Mariano Cohn y Gastón Dupra, el guionista Andrés Duprat, la actriz Belén Chavanne y el productor Fernando Sokolowicz, junto a la actriz española Nora Navas, se llenaron de ilusión ante la posibilidad de conseguir el León de Oro de la competencia oficial del Festival de Venecia.
“Ya ganamos. Y, si no, no ganar no será lo mismo que perder”, dijo Martínez, con los labios temblorosos después del retumbe de tantas palmas.
“La función de gala fue una cosa muy impactante y emotiva, nos terminaron sacando de la sala a nosotros y a la gente que aplaudía porque tenía que venir otra función y los organizadores del festival nos contaron que nunca vieron un recibimiento así. Me quedo con esa sensación de Venecia, para mí la recepción de la gente es el mejor premio porque uno hace una película para expresar un punto de vista y poner en juego sus propias ideas autorales, pero El Ciudadano Ilustre también la pensamos para el público y el mercado y está bueno que la gente la reciba así”, explicó Cohn.
Los directores de El ciudadano ilustre autocalifican y definen a la película como una ‘comedia incómoda’. “Puede haber molestia para un argentino, tanto como para un europeo que mira, como para la gente del premio Nobel. Podemos incomodar desde varias aristas”, explica Cohn.
“Para mí, la incomodidad es un valor de la película. Lo dice el propio escritor Mantovani: que la gente aplauda de pie tal vez es porque te ratifica creencias anteriores. Pero si te golpea y te saca de eje, no lo ovacionás. Y eso no quiere decir que no sea bueno”, entiende Duprat.
La película continúa con su exitoso camino internacional iniciado en el Festival de Venecia y Montreal, camino que seguirá en Valladolid, Marrakech, Busán, Montevideo, Varsovia, Río de Janeiro, Haiffa, Thessaloniki, Goa y Dubai, entre otros.
Tráiler
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