“Con gran dolor recibimos la noticia de la muerte de ‘Tiapuyama’, don Antonio Bolívar, uno de los últimos y mayores sabedores tradicionales de los pueblos Ocaina y Huitoto, miembro de la Escuela Indígena de Comunicaciones de la Amazonía Ka+ Jana Uai (La voz de nuestra imagen), protagonista de El abrazo de la serpiente, abuelo de todos nosotros”.
Así se han despedido los cineastas colombianos Ciro Guerra y Cristina Gallego, director y productora de la cinta nominada al Oscar 2016 a la Mejor Película en Habla No Inglesa, del actor y maestro indígena que encarnó al chamán Karamakate en esa coproducción de Colombia, Argentina y Venezuela que recibió las ayudas de Ibermedia al Desarrollo en la Convocatoria 2011 y a la Coproducción en 2012.
Hasta donde hemos podido saber, a don Antonio Bolívar se lo ha llevado la pandemia del Covid-19 y el grave brote que la infección ha tenido en Leticia, la capital del departamento de Amazonas en el sur colombiano, en una zona conocida como las Tres Fronteras por compartir territorio, cultura y condiciones sociales con Brasil y Perú.
De ahí que Guerra y Gallego hayan dedicado unas líneas de su despedida a pedir que se preste atención, hoy más que nunca, a las poblaciones indígenas históricamente desatendidas de la zona. “Hacemos un llamado a las autoridades para la atención de las poblaciones indígenas en medio de esta pandemia”, han escrito en la página de Facebook de la productora que ambos comparten, Ciudad Lunar.
“Agradecemos la vida de don Antonio, visionario, pionero, sobreviviente y contador de las más bellas historias amazónicas, símbolo de orgullo para los pueblos indígenas de Colombia y de toda la Amazonía, quien con su voz inspiró y despertó el espíritu y la conciencia de miles de espectadores y artistas alrededor del mundo“.
“Hoy el legado de los grupos indígenas es más vigente que nunca, la protección a la tierra, el cuidado del medio ambiente, frenar el aparato de contaminación y de consumo, darle un respiro a a la tierra. Todos estos mensajes ancestrales se hacen vigentes en medio de la crisis que vivimos y, paradójicamente, son ellos, los abuelos, las comunidades indígenas y alejadas de sistemas de salud, los más frágiles“.
“Pedimos atención y protección a los abuelos, los sabedores, los portadores de la ciencia y el conocimiento de la selva“.
“A toda su familia, a su hijo Pedro, a su esposa Celina y a todos sus amigos, un abrazo de condolencia por la partida del Abuelo“.
Don Antonio Bolívar hablaba fluidamente castellano y también ocaina, huitoto, un poco de bora y portugués. En este enlace pueden leer la conversación que publicamos aquí, en nuestro portal web, entre ‘Tiapuyama’ Bolívar, Ciro Guerra y Nilbio Torres, indígena cubeo, el otro protagonista de El abrazo de la serpiente. La publicación de dicho encuentro fue posible gracias a la gentileza de su autora, Sara Malagón, del diario El Espectador de Colombia.