«A través de una gramática cinematográfica altamente sensorial, el cine de Lucrecia Martel examina la crisis existencial de la clase media argentina, los engranajes de la sociedad, la asfixiante mecánica social del país, las cuestiones poscoloniales y evoca sin tregua su historia y los fantasmas que la habitan».
Con estas palabras, el Jurado de la 54ª edición del Festival Internacional de Cine de Nyon Visions du Réel ha anunciado que premiará a la cineasta argentina Lucrecia Martel con el Premio de Honor, que reconoce una brillante trayectoria iniciada en el largometraje con La ciénaga (2001) y cuya más reciente obra ahora es la no menos galardonada Zama (2017).
En esa próxima edición del Festival, que se celebrará del 21 al 30 de abril de 2023, se proyectará también una retrospectiva de su cine y Martel impartirá una clase magistral sobre la relación de su obra con la realidad.
Considerada como una de las directoras más influyentes de esta época, una completa revisión de su obra no puede dejar de lado sus cortometrajes, trece hasta el momento, desde El 56 (1988), su auspicioso debut, hasta Camarera de piso, su más reciente trabajo fechado este 2022.
Entre medias, cortos tan memorables como No te la llevarás, maldito o La otra (ambos de 1989); Rey muerto (1995, incluido en Historias breves 1); La ciudad que huye (2006); Muta (2011), y Leguas (2015), además del mediometraje rodado en plena pandemia Terminal Norte (2021).
Junto con La ciénaga y Zama, completan su filmografía de largometrajes: La niña santa (2004) y La mujer rubia (2008).
En una entrevista para El País realizada a propósito del estreno de Zama, el periodista Javier Rodríguez Marcos le pregunta: «¿Vivimos en la dictadura del entretenimiento?».
A lo que Lucrecia Martel responde: «Sí. Y las series de televisión ahondaron en eso. Yo me la paso hablando de las series con espanto porque la gente no se da cuenta de que son un retroceso. La televisión mejoró, cierto. Basta comparar Dallas con Breaking Bad. Pero en términos narrativos de imagen y sonido, lo que se había conseguido ya con los documentales y ciertas películas era más rico que lo que están haciendo las series, que son otra vez el puro argumento, una estructura mecánica y decimonónica por más que esté bien hecha. Las series nos han devuelto a la novela del siglo XIX. Es fruto del momento conservador que estamos viviendo. Se arriesga menos».
En Ibermedia Digital se puede leer la transcripción de una clase magistral dictada por Lucrecia Martel, así como su biofilmografía y una entrevista publicada por el diario argentino Página /12.