Hace unos días partió para siempre la directora, cineasta y escritora brasileña Conceição Senna, una mujer “intensa y amorosa, con un gran sentido del humor”, como la describe su colega y amigo, el actor, guionista y director teatral panameño Edgar Torchia.
Figura destacada de la cinematografía y la cultura brasileña, especialmente la que surge en la década de los cincuenta y eclosiona en los sesenta, la de los movimientos Tropicalia y Cinema Novo, la de la lucha contra la dictadura militar, amiga de artistas como Gilberto Gil, José Wilker o Glauber Rocha, Conceição Senna fue también muy cercana a la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Cuba, y no sólo porque su pareja, Orlando Senna, fue el segundo director de la Escuela.
Torchia, por ejemplo, la recuerda así: “Tuve el privilegio de disfrutar de todas sus facetas en la Escuela de Cine de San Antonio, así como el placer de dirigirla en El bello indiferente, de Jean Cocteau, durante el Festival de Monólogos de La Habana. […] Cuánto disfruté los diplo-escapes, cuando nos escapábamos a La Habana en horas de clases. Pero, sobre todo, cuando actuamos juntos en varios ejercicios de los estudiantes, como esposos en ¡Mira como estoy!, de Alice de Andrade; en Molina’s Culpa, donde era una mujer policía y yo el sheriff, Capitán Mu; en el corto enloquecido de Fernando Mieles Opus nigrum, donde era «la mujer enredadera»; o aquel ejercicio de sonido colectivo El hada madrina, en que era un hada que recitaba una receta de chinchín de gallina”.
Efectivamente, una de las cosas que más recuerdan quienes la conocieron es que nunca le decía que no a un estudiante de cine que le pidiera participar en un cortometraje, largo o serie para la televisión. En ese sentido fue maestra de muchos de los realizadores actuales que recibieron formación en la EICTV.
Como actriz participó en 19 producciones, entre series de televisión y películas, algunas tan destacadas como Antonio das mortes, de Glauber Rocha; Iracema, uma transa amazônica, de Jorge Bodanzky y Orlando Senna; Coronel Delmiro Gouveia, de Geraldo Sarno (estrenada en Cannes en 1978); Ópera do malandro, de Ruy Guerra; o Chega de saudade, de Laís Bodanzky (ganadora de trece premios internacionales, incluido el premio colectivo a la Mejor Actriz de Reparto para ella y ocho actrices más en el Festival de Cartagena 2009).
“Siempre te recordaremos, querida Conceição, tan cariñosa y cercana como fuiste, con esa energía avasalladora que dejaste en cada rincón de nuestra Escuela”, se han despedido de ella en la web de la EICTV de Cuba, para luego dedicarle unas palabras a Orlando Senna, ahora viudo: “¡Toda nuestra fuerza para ti, querido Orlando… Un apretado abrazo desde ésta, tu casa, tu escuelita!”.
Como directora realizó tres documentales: Memória do sangue, Brilhante y el muy reciente Anjos de Ipanema. Como escritora, A menina, a guerra e as almas y Ser tão mulher.
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En la foto, Conceição Senna con la productora brasileña Isabela Cribari, Orlando Senna y la también productora Solange Lima. © Flora Pimentel / TAL, Televisión América Latina.