El director argentino-brasileño Hector Babenco murió el miércoles 13 de julio por la noche, con 70 años, de una parada cardíaca en la ciudad brasileña de São Pablo, donde estaba radicado desde la década del 60. Babenco es un cronista de ambientes urbanos y de denuncias sociales. Ha realizado once películas, entre las más conocidas se encuentran: Pixote, la ley del más débil (1981), El beso de la mujer araña (1985) –con la que obtuvo la nominación al Oscar a Mejor Película en 1985 y cuatro postulaciones para los Globo de Oro– y Carandiru (2003), que recibió apoyo del Programa Ibermedia y la nominación a la Palma de Oro en el Festival de Cannes. El cineasta deja atrás uno de los legados más inolvidables de la cultura brasileña.
Héctor Babenco nació en Mar del Plata el 7 de febrero de 1946. De apellido original «Babenko», su padre era un gaucho de origen ucraniano y su madre, también emigrante, judeo-polaca. A los 17 años, en 1963, emigró de Argentina a Brasil porque consideraba que el ambiente antisemita de Buenos Aires era sofocante, y para evitar hacer el servicio militar, por entonces obligatorio. Fue en Brasil donde encontró en el cine su campo de acción.
Iniciado en el documental junto al brasileño Roberto Farias, que se convertiría en su productor, Babenco debutó en la dirección de largometrajes de ficción en 1975, con El rey de la noche. Pero su gran reconocimiento de la crítica y el público le llegaría pocos años después con el drama Pixote (1980), que narra la historia de un niño de 10 años que en San Pablo es utilizado por los policías corruptos y otros malvivientes para delinquir. El éxito que la película tuvo en Brasil se replicó en Argentina y también en otras partes del mundo. Estuvo nominada al Globo de Oro a la mejor película extranjera de 1982.
Babenco ganó fama mundial en 1985 con la versión cinematográfica de El beso de la mujer araña, basada en la novela del argentino Manuel Puig. Esta coproducción entre Brasil y Estados Unidos, protagonizada por William Hurt, Raúl Juliá y Sonia Braga, fue nominada al Oscar a la mejor película extranjera y le valió una estatuilla como mejor actor a Hurt, y obtuvo cuatro postulaciones en los Globos de Oro.
Dos años después, la alfombra roja hollywoodense tiene a Babenco entre sus invitados porque su película Ironweed (Tallo de hierro), consigue dos nominaciones al Oscar: mejor actor para Jack Nicholson y mejor actriz para Meryl Streep, pero ninguno de los actores lo consigue.
Y cerró su ciclo en lengua inglesa con Jugando en los campos del Señor (1991), una superproducción que se rodó en el Amazonas, con Tom Berenger y Kathy Bates.
Corazón iluminado (1996), rodada en su país natal, fue una de sus producciones más accidentadas, sobre todo, porque le diagnosticaron un cáncer linfático que lo marginó de terminar el filme, que salió adelante gracias a la intervención de su productor, el neoyorquino David Weisman.
Siete años tarde, en 2003, y de vuelta en Brasil, Babenco gozó de otro gran éxito: Carandiru, apoyado por el Programa Ibermedia, inspirado en el libro del médico Drauzio Varela y protagonizado por Luiz Carlos Vasconcelos, Wagner Moura, Rodrigo Santoro, Lázaro Ramos y Caio Blat. La película está ambientada en la cárcel de Carandiru, São Paulo, donde en 1992, la policía redujo una revuelta masacrando a 111 presos. Historias de crimen, venganza, amor y amistad narradas a través de la mirada de un médico. La película estuvo nominada a la palma de oro del Festival de Cannes.
“La sociedad brasileña es una guerra civil, una auténtica selva. Brasil, como la película, es una guerra por la supervivencia. Sin embargo, Carandiru nos muestra que un grupo, por violento que sea, siempre busca formas de coexistencia. Carandiru fue un lugar superpoblado que generó una rica experiencia de vida organizada, un modelo de supervivencia”, expresó el director en 2004, en una de las entrevistas.
Su obra ha trascendido la gran pantalla y se ha convertido en el insumo de series de televisión (Carandiru) y montajes teatrales (El beso de la mujer araña).
En 2007 llevó a la pantalla grande la novela de Alan Pauls El pasado, filmada en Buenos Aires, con Gael García Bernal, Moro Anghileri y Analía Couceyro. El actor mexicano escribió en Twitter al enterarse de su muerte:
No! Murió Babenco. Entrañable sobreviviente. Pixote, hermano. A recordarlo trabajando. Ay! Querido!
— Gael Garcia Bernal (@GaelGarciaB) 14 de julio de 2016
“Es una película mórbida, que está entre El bebé de Rosemary y un melodrama mexicano –explicaba el cineasta sobre El pasado–. Es la historia de los celos de una mujer demente. Trabajar con un personaje masculino frágil (que interpretó el mexicano Gael García), verlo sufrir por cosas del corazón, me pareció que era un personaje descuidado en la cinematografía, porque estamos acostumbrados a ver a los hombres como los que deciden, los fuertes, los que mandan”.
Los últimos años pasó mucho tiempo escribiendo en su casa, según decía, para evitar el tráfico asfixiante de São Paulo. Desde el 2007, con El pasado, no había hecho un largometraje.
Al final, decidió hablar de su cáncer, pero no a través de una entrevista, sino como siempre prefirió hacerlo: en un guion que se hizo película. Mi amigo hindú (2015) cerró el ciclo de su cine y de su vida. Con la actuación del reconocido actor estadounidense Willem Dafoe, la historia ahonda en el drama de un hombre enfermo y sus largas sesiones de quimioterapia.
“No es una biografía. No se puede ser objeto inspirador de la propia obra. Hay elementos en el personaje de Dafoe que se parecen a lo que yo pasé, pero es una historia de ficción”, señaló a la prensa al presentar la película en Río de Janeiro a principios del año.
En la realidad de Babenco, esa película trágica tuvo un final alentador: su cáncer se curó cuando recibió un trasplante de médula, en 1995.
Su muerte ha sido comentada, incluso, por el presidente interino de Brasil, Michel Temer: “Lamento mucho el fallecimiento del extraordinario Héctor Babenco, quien trajo su inmenso talento para iluminar al cine y a la cultura de Brasil”.
Lamento a morte do extraordinário cineasta Hector Babenco, que trouxe seu imenso talento para abrilhantar o cinema e a cultura do Brasil.
— Michel Temer (@MichelTemer) 14 de julio de 2016