Los mexicanos Alejandro González Iñárritu, ganador del Oscar a Mejor Director por El renacido, y Emmanuel Lubezki, ganador del Oscar a Mejor Fotografía por este filme; y el cortometraje chileno Historia de un Oso, Mejor Corto de Animación, dirigido por Gabriel Osorio y escrito por Daniel Castro, han logrado una estatuilla en la 88º. edición de los Premios Oscar. México y Chile aplauden sus premios.
Alejandro González Iñárritu ha logrado su segundo Oscar consecutivo como mejor director por El renacido; el primero fue el año pasado por Birdman. Esto solo ha ocurrido dos veces en la historia de los premios Oscar, a John Ford y Joseph L. Mankiewicz.
El director mexicano, que previamente ya ganó el pasado mes de enero el Globo de Oro al mejor director y a la mejor película dramática y también se hizo con el Bafta al mejor director, ha explicado en varias entrevistas que El renacido ha sido su película más difícil de llevar a cabo con un rodaje de nueve meses en el que el relato se grabó de forma cronológica y en el que solo se utilizó luz natural y en condiciones que muchos miembros del equipo tildaron de “infernales”. Hacía siete años que se topó con el guión, pero no fue hasta que pudo contar con la participación de Leonardo DiCaprio, el protagonista y también ganador del Oscar a Mejor Actor, que se puso manos a la obra.
“Este premio lo quiero compartir con todo un país México, con todos los latinos que viven en Estados Unidos y que contribuyen mucho a este país”, dijo el director al recibir el trofeo acompañado de DiCaprio.
Otro que ha hecho historia ha sido su compatriota Emmanuel El Chivo Lubezki, que ha conseguido nada más y nada menos que su tercera estatuilla dorada consecutiva tras Gravity (Alfonso Cuarón) y Birdman (Alejandro González Iñárritu). “Es increíble. Lo comparto con mi compadre Iñárritu, por su pasión, y con los actores, Leo DiCaprio y Tom Hardy”, dijo Lubezki al recoger la estatuilla.
Por otro lado, el cortometraje chileno Historia de un Oso, dirigido por Gabriel Osorio y escrito por Daniel Castro, ha logrado el Oscar a Mejor Corto de Animación. Es la primera nominación para el cine chileno de un dibujo animado, y la segunda después de No, del director Pablo Larraín, quien disputó la estatuilla en 2013 ante la austríaca Amour a Mejor Película Extranjera.
«Estamos ahí compitiendo contra (el estudio) Pixar, es una locura. Son animadores que están en otro nivel, como un Olimpo de la animación. Imagínate, nuestro corto costó 40.000 dólares, con eso ellos hacen como un segundo de película», dijo el director.
En once minutos de narración, el cortometraje cuenta la vida de un oso que recuerda su vida usando un diorama, maquetas llenas de representaciones y alusiones a la tragedia que vivió junto a su familia al ser capturado por un circo. En realidad, la historia es una metáfora que alude a la vida de los detenidos y exiliados durante la dictadura de Pinochet. En ella, el director hace un homenaje a su abuelo, víctima de los apremios ilegítimos.
«Estamos realmente felices. Quiero dedicarlo a todos los que nos han apoyado desde Chile y, especialmente, quiero dedicarlo a mi abuelo, quien inspiró esta historia, y a todos los que sufrieron en el exilio como él», añadió Osorio.
Historia de un Oso ha obtenido dos de tres galardones que otorga el festival The Short List, concurso del importante medio especializado The Wrap, durante el año pasado.
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