Hace 25 años, ¿quién se hubiera imaginado que íbamos a llegar hasta aquí?
Nosotros, por supuesto.
El cine existe gracias a los sueños de mucha, muchísima gente. Ahí están los sueños del público, por ejemplo. Millones de personas que cada día se sientan a ver una película con la ilusión de conocer más de sí mismas emocionándose con las historias —sobre todo si esas historias se parecen a ellas, a sus barrios, pueblos y culturas— que de inmediato pasan a formar parte de sus vidas.
Luego están los sueños de los que crean: las y los creadores. Los que conciben la vida como una sucesión armónica de imágenes en movimiento y no le ponen puertas a la imaginación: guionistas, directores, productores, intérpretes, dibujantes, músicos, maestros de la luz y del sonido, de la animación y de los universos virtuales.
Por último y no menos importante están los sueños de los que ayudan a hacer posible los sueños de los demás: las y los impulsores y promotores audiovisuales, los facilitadores, inspiradores, acompañantes y, por qué no, instigadores entusiastas de la creación cinematográfica y también del gozo de ver una obra audiovisual de calidad estrenada.
Entre estos últimos estamos nosotros.
El Programa IBERMEDIA de fomento al cine y el audiovisual iberoamericanos cumple 25 años este 2023 haciendo más grande, inclusivo e internacional el espacio audiovisual de la región. O, lo que es lo mismo, ayudando a ensanchar los sueños de nuestra comunidad.
A lo largo de estos 25 años, IBERMEDIA ha contribuido al impulso, la creación y exhibición de cientos de historias que han pasado a formar parte de nuestra vida. Para los que les gustan las cifras, son alrededor de 2.500 películas que han recibido los fondos de fomento del Programa a la coproducción, el desarrollo y la promoción y difusión cinematográficas.
Hemos acompañado a miles de intérpretes, guionistas y directoras y directores desde sus inicios hasta que han alcanzado el reconocimiento internacional.
Hemos dado el impulso que necesitaban algunas cinematografías incipientes repletas de talento para decir «aquí estamos, esto somos y estas son las historias que venimos a contar». Que a la luz de los resultados, eran maravillosas, y eran muchas.
A través de un irrenunciable espíritu de cooperación hemos contribuido a lo que tal vez sea lo más difícil dentro la industria: el reconocimiento y la verdadera internacionalización del cine iberoamericano. Hoy, no hay festival ni plataforma en el mundo que permanezcan indiferentes al talento y la calidad de las obras audiovisuales que se conciben y realizan en nuestra región.
También hemos permitido que una enorme cantidad de mujeres se incorporen a la actividad cinematográfica en puestos clave de creación, dirección y producción. Aunque todavía queda un largo camino por recorrer en cuestiones de diversidad de género y de inclusión en términos generales, nadie que conozca el sector es ajeno a los cambios que ha habido en Iberoamérica a lo largo de los últimos 25 años.
Cada vez hay más mujeres profesionales en el audiovisual iberoamericano: no sólo más directoras, productoras y guionistas, sino también más empresarias y formadoras de talento emergente en universidades, escuelas y laboratorios. Y eso se nota. Lo nota la industria y poco a poco se va sintiendo más en la sensibilidad de los espectadores. Es una formación de público diferente que hace que nos entren ganas de cumplir 25 años más.
En esa renovación de sensibilidades a la hora de ver cine también debemos mencionar el tremendo impulso que ha tomado nuestro cine de animación. Nunca como hoy se habían estrenado tantas y tan buenas películas y series de animación concebidas y realizadas en Iberoamérica. Prueba de ello son el crecimiento de iniciativas como los Premios Quirino, el Festival Pixelatl o Animation! de Ventana Sur, englobados bajo La Liga de la Animación Iberoamericana. A la que desde IBERMEDIA acabamos de sumar IBERMEDIA NEXT, una convocatoria piloto que apoya el uso de nuevas tecnologías en la animación digital.
IBERMEDIA promueve la excelencia en el audiovisual iberoamericano, de ahí que otro logro del que nos sentimos muy orgullosos es haber otorgado más de tres mil becas de formación a cineastas de nuestra comunidad. Desde talleres y cursos de desarrollo para guionistas y realizadores, hasta programas de especialización para productores y empresarios que luego han sido clave para el fortalecimiento y la ampliación del sector audiovisual en Iberoamérica.
Cuando el Programa IBERMEDIA inició su andadura en 1998, lo hizo con siete países. Hoy somos una comunidad integrada por 23 Estados: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, Italia, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Lo cual prueba que en estos 25 años los cineastas iberoamericanos no sólo hemos aprendido a hacer cosas juntos, sino que juntos las hacemos mejor.
Podríamos seguir mencionando cifras: los fondos que hemos invertido en el audiovisual iberoamericano a lo largo de este cuarto de siglo, la cantidad de empresas y profesionales independientes a los que hemos contribuido con trabajo, la cifra total de proyectos beneficiados, etcétera.
Pero más importante que eso es que seguimos teniendo ganas de soñar y de ayudar a los demás a soñar con el audiovisual iberoamericano del futuro. Somos conscientes de la dimensión que ha cobrado lo cinematográfico y lo audiovisual en el mundo contemporáneo, y ese enorme desafío nos atrae y nos impulsa a seguir.
¿Quiénes serán los nuevos protagonistas, las nuevas creadoras, el nuevo público? No lo sabemos. Pero de algo sí estamos seguros: queremos seguir estando ahí, haciendo cada vez más grande, más inclusivo y más internacional el espacio audiovisual iberoamericano.