Cocote, de Nelson Carlo de los Santos Arias, acaba de obtener el Leopardo de Oro en la sección Signs of Life del Festival de Locarno. Pocos meses antes, El hombre que cuida, de Alejandro Andújar, ganó el Yellow Robin Award en el Festival de Rotterdam Curaçao (CIFFR). Carpinteros, de José María Cabral, ha sobrepasado la docena de galardones internacionales, entre ellos tres premios en el Festival de Guadalajara (Mejor Dirección, Mejor Actor y Premio Especial del Jurado), Mejor Película Iberoamericana en los festivales de Santander, Colombia, y Lima, Perú, o el CCAS en el Cinélatino de Toulouse, además de debutar en la World Dramatic Competition del Festival de Sundance y ser la elegida para representar a la República Dominicana en los Oscar y Goya. Por último, Luis, primera cinta dramática del director de comedias Archie López, fue seleccionada junto con las tres anteriores para Cannes. En conclusión, algo está pasando con el cine que se hace en la República Dominicana, y es algo muy, pero que muy bueno.
El crítico Ruben Peralta Rigaud del portal Cocalecas celebraba la selección de estas cuatro películas dominicanas para el legendario Festival de Cannes con estas palabras: «República Dominicana estará allí, en el mayor festival de cine del planeta que es también el mayor mercado cinematográfico del mundo, con cuatro películas, cifra récord para nuestra joven industria, explicando las virtudes y beneficios de la Ley de Cine dominicana».
«Cada una representa cuatro visiones diferentes de manufactura dominicana», añadía.
Cocote, de Nelson Carlo de los Santos, reciente ganadora del Leopardo de Oro en la sección Signs of Life del Festival de Locarno, es descrita por Peralta Rigaud como «una historia que explora los límites de la ficción y la realidad, transitando por el paisaje urbano y el paisaje rural de la isla, mojándose en la espiritualidad afroantillana y el sincretismo religioso dominicano, y provocando una reflexión sobre algunos de los aspectos más intrínsecos de la cultura» del país.
Nosotros, en Ibermedia, programa del que Cocote recibió ayuda en la Convocatoria 2014, dimos cuenta del premio en esta noticia.
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El hombre que cuida, ópera prima de Alejandro Andújar, también recibió ayuda a la coproducción del Programa Ibermedia en 2014 y fue una de las primeras beneficiarias del fondo internacional de la Agencia Nacional do Cinema de Brasil (ANCINE) para desarrollar películas con coproductores latinoamericanos mayoritarios no brasileños.
La película de Andújar, siguiendo el artículo de Peralta Rigaud, «cuenta la historia de Juan, quien se ha convertido en el hazmerreír de un pequeño pueblo de pescadores a raíz de que su mujer le fue infiel y se embarazó de otro hombre. Juan ha dejado la pesca y cuida una mansión de una familia adinerada de Santo Domingo. Un día, el joven hijo del dueño se aparece en la casa sin permiso de su padre, cargado de alcohol, con un amigo extranjero y una chica del pueblo a la que acaban de conocer. Durante el fin de semana, Juan se ve obligado a tomar decisiones que afectarán el resto de su vida».
«Una película sencilla, de un hombre que cuida una casa y termina cuidando a una mujer en un espacio que es un microuniverso de la sociedad dominicana. Una película de personajes más que trama”, le decía Andújar a Juan Pablo Russo del portal argentino EscribiendoCine.
El hombre que cuida fue estrenada recientemente en el Festival Iberoamericano Cine Ceará de Brasil.
El hombre que cuida – trailer oficial from El Hombre Que Cuida on Vimeo.
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Por su parte, esto es lo que escribe Ruben Peralta Rigaud de Carpinteros, de José María Cabral: «Es sin duda una de las películas dominicanas más exitosas fuera del suelo patrio». «Rodada en cuatro semanas durante el 2016, la producción cuenta una historia de amor entre tres prisioneros, dos hombres y una mujer, que se comunican a distancia mediante gestos.»
En su crítica de la película, dice: “Carpinteros es la sexta película de Cabral, director que se ha preocupado más por la creación y el desarrollo de sus personajes que de la historia misma. En esta ocasión no sólo se supera a sí mismo, sino a toda una industria. Con un interesante prólogo que augura la condición social del filme, muestra una habilidad extraordinaria para crear su propio microcosmos carcelario y presentar imágenes de estética sucia, de ambientación áspera y siempre hostil. A pesar de que la cámara siempre está en movimiento, acentúa la opresión y el clima sórdido del pabellón de hombres con momentos puramente cinematográficos en los que podemos presenciar los estupendos dotes narrativos del director que van de la mano de un magnético poder estético».
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Finalmente, en Luis encontramos la primera película dramática de Archie López, un conocido director de comedia dominicano. «La película nace de un conjunto de vivencias, las mías como hijo y como padre, y las de mis amigos como padres. Toca el tema de la relación entre padres e hijos, el contraste entre sus puntos de vista sobre la vida», explicaba López recientemente, aunque dejaba claro que debutar en el drama no significaba abandonar el género del humor, en el que tan bien se ha venido moviendo en filmes como Tubérculo Gourmet o la saga Lotoman. «Jamás dejaré de hacer comedias. Si las he hecho es porque soy fanático del género.»