La 55 edición del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI) rinde homenaje a Pablo Trapero, nombre fundamental del Nuevo Cine Argentino y Latinoamericano. El festival, que tiene lugar del 11 al 17 de marzo en Cartagena (Colombia), ha entregado al director argentino una estatuilla de la India Catalina, máximo galardón que otorga esta cita del séptimo arte. El tributo a Trapero incluye la proyección de sus siete largometrajes, seis de ellos apoyados por el Programa Ibermedia, como Mundo grúa, El bonaerense, o Carrancho.
Al argentino Pablo Trapero, a quien se le rinde un tributo en el Festival, se le reconoce su cine visceral y genuinamente latinoamericano, además de su carrera como productor. Trapero cautivó la atención de los festivales de cine internacionales con su ópera prima Mundo grúa (1999), donde mostró los primeros visos de lo que sería su cinematografía, y obtuvo premios en los festivales de Friburgo, Rotterdam, Venecia y La Habana. El filme recibió ayuda del Programa Ibermedia a distribución-promoción en 1999.
En 2002, El bonaerense lo consolidó como uno de los directores promesa de América Latina. En esta película, que recibió apoyo de Ibermedia a distribución-promoción 2003, y ayuda a coproducción en 2001 (Argentina-Chile), dejó al descubierto una Argentina con problemas en sus instituciones y perfiló un entrañable y confundido personaje principal. Sus siguientes largometrajes ratificarán el sentido social y de denuncia de su cine y su capacidad para moverse en diferentes géneros cinematográficos.
En 2004, con Familia rodante, mezcló la comedia dramática con el roadmovie y demostró que el Nuevo Cine Argentino podía tener registros distintos al realismo social, los tiempos muertos y la dramaturgia de lo cotidiano. Esta película recibió ayuda del Programa a coproducción en 2003 (Argentina-Brasil-España).
En 2006, presentó Nacido y criado donde deja ver el drama de un exitoso diseñador de interiores que viaja a La Patagonia luego de un terrible accidente. El filme consiguió ayuda a coproducción en 2005 (Argentina-Chile-España-Inglaterra).
Posteriormente, vendrían las películas que lo pusieron en el glamour de Cannes con la nominada a la Palma de Oro Leonera (2008) –que recibió ayuda a coproducción en 2007-2ª (Argentina-Brasil)– donde una mujer busca criar a su hijo desde la prisión; y sus dos participaciones en Una Cierta Mirada, Carrancho (2010), apoyada por Ibermedia para la coproducción en 2009-2ª (Argentina-Chile), donde presenta una historia de amor entre un abogado que se aprovecha de las víctimas de accidentes de tránsito y los vacíos legales para sacar millonarias cuantías a las aseguradoras y una joven médica que busca salvarle la vida a uno de sus potenciales clientes; y Elefante blanco (2012), que pone a prueba a un sacerdote que trabaja en la construcción de un hospital en un barrio pobre, y que en medio de sus tribulaciones encuentra consuelo en una joven trabajadora social atea.
El director argentino recibió de manos de Salvo Basile, presidente de la junta directiva del festival cartagenero, una estatuilla de la India Catalina, máximo galardón que otorga esta cita del séptimo arte que cada día se posiciona como una de las más importantes de Iberoamérica.
«Internet es un lugar genial para la exhibición del cine pero hay que tener mayores controles para evitar la piratería», afirmó Trapero en una rueda de prensa en el marco del 55 Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI). El director agregó que la piratería «destruye al cine porque se rompe la cadena de derechos de autor».
Trapero explicó que el culpable de la piratería no es la internet e indicó que lo que se requiere son legislaciones más claras y fuertes, que vayan acorde con la dinámica y la velocidad con que se desarrolla hoy día el mundo digital.
«El sistema está todavía mucho más lento que la realidad», manifestó el director argentino, quien además anotó que hay muchos casos en los que una película que se ha realizado, terminado y está lista para estrenarse llega primero a internet que a las salas de cine.
“Salvo la piratería que ciertamente impacta al cine, el séptimo arte en las pantallas tradicionales de cinemas no va a desaparecer, ejemplo de ello es que en Argentina se acaban de inaugurar dos salas de unas dimensiones que hoy parecían que estaban en «vía de extinción», explicó el cineasta argentino.
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