El elefante desaparecido, escrita y dirigida por Javier Fuentes León, llega a la cartelera colombiana este 16 de abril después de su premier internacional en la sección Discovery del Festival de Toronto y su premier nacional en el Festival de Cartagena de Indias. La película recibió ayuda a Coproducción en la convocatoria de 2012 del Programa Ibermedia.
El elefante desaparecido, escrita y dirigida por Javier Fuentes León, llega a la cartelera colombiana este 16 de abril después de su premier internacional en la sección Discovery del Festival de Toronto y su premier nacional en el Festival de Cartagena de Indias. La película recibió ayuda a Coproducción en la convocatoria de 2012 del Programa Ibermedia.
La segunda obra de Javier Fuentes León, coproducida por Perú, Colombia y España, cuenta la historia de Edo Celeste (Salvador del Solar), un reconocido escritor de novela negra, que está obsesionado con encontrar a Celia, su prometida, que desapareció misteriosamente el día del terremoto de Paracas (Perú) en 2007. Siete años después, una enigmática mujer (Angie Cepeda) aparece para entregarle a Edo una serie de fotografías que está convencido provienen del individuo al que cree responsable de la desaparición repentina de su novia. Edo siente que está siendo involucrado en un juego peligroso, pero está convencido que solo resolviendo este misterioso rompecabezas podrá encontrar a Celia.
Este laberinto de pistas envuelven a Edo en una búsqueda frenética y surreal entre las calles de Lima y las playas desiertas de Paracas, que lo enfrentarán a personajes diversos, cada uno de los cuales parece esconder un secreto. Su destino final lo confrontará con un enigma que ningún escritor está preparado para enfrentar.
El elefante desaparecido refleja una madurez tanto técnica como narrativa y que, además, muestra una gran habilidad y capacidad para hacer el cine que quiere, uno que adopta sus gustos personales a través del cual puede acercarse a procesos de goce íntimo, como la escritura literaria.
Este fascinante reto, tanto para su director como para el equipo técnico y artístico, fusiona elementos que están al servicio de una historia cargada de giros, inspirado en fuentes literarias, plásticas y por supuesto, cinematográficas, como el cuento Continuidad de los Parques de Julio Cortázar, el collage Pearl Blossom Highway del artista inglés David Hockney, y la película del director norteamericano David Lynch, Mulholland Drive.
«A pesar de estar disfrazada como un thriller en código de cine negro», anota Fuentes-León, guionista y director, El Elefante Desaparecido es una película muy personal que me permite explorar una serie de ideas que me parecen fascinantes y a las cuales me enfrento constantemente al desarrollar mis propias historias, como por ejemplo la relación que tiene el creador con su creación (y viceversa), o la delgada línea que existe entre la realidad y la ficción (y cómo muchas veces llegamos a mezclarlas), y en especial el proceso intuitivo de crear una historia, el cual suele parecerse al proceso de armar un rompecabezas, como se sugiere en la trama de esta película; un proceso donde poco a poco nuestra imaginación va encontrando y encajando las piezas necesarias para crear un mundo complejo y desarrollar personajes tridimensionales a los cuales poder otorgarles una búsqueda propia».
Este thriller psicológico, que toma prestados elementos clásicos del Film Noir de los años 40 y 50, ha recibido la ovación de la crítica peruana al ser «(…) una cinta que abre, en cada uno de sus planos, incógnitas y misterios que uno quiere ir resolviendo mientras transcurre la trama (…) se trata de un filme que reflexiona sobre temas tan extensos como la creación, sobre la forma en la que el arte puede servir de expiación de culpas, de vehículo para confesar aquello que nos daña y para sanar heridas que, quizá, el tiempo no se ha encargado de cerrar (…)», según afirma el diario El Comercio.
El director Javier Fuentes-León es graduado en la Escuela de Medicina en el Perú, pero al mudarse a Los Ángeles dio un giro radical y cursó una maestría en Bellas Artes (MFA) en el Instituto de California las Artes. Su película de tesis, Espacios (1997) ganó el Premio Nacional de Cortometrajes del gobierno peruano en 1997, y desde entonces ha trabajado en el cine y la TV en Estados Unidos como escritor principal de programas de TV para Telemundo; subtitulador de películas de los estudios de Hollywood y editor de comerciales y programas de TV, tiempo en el que también se ha dedicado a escribir y dirigir. El elefante desaparecido es la segunda obra de este director, tras la aclamada Contracorriente, ganadora de múltiples premios internacionales, incluido el premio del público en el Festival de Sundance 2010 y también en la competición oficial del FICCI 2010.
Un equipo de alto nivel
Después de protagonizar juntos el film Pantaleón y las visitadoras, Salvador del Solar y Angie Cepeda, coinciden de nuevo en El elefante desaparecido. Recientemente, Del Solar debutó el pasado año como director, con su ópera prima, Magallanes, la cual lo hizo acreedor del premio de la industria de Cine en Construcción de la 62 edición del Festival de San Sebastián. Por su parte, Cepeda ha trabajado en países como Argentina, Italia, Estados Unidos y España, en producciones como Un Tipo Corriente (2002), Il Paradiso All´Improvviso (2003), El amor en los tiempos del cólera (2007) y El mal ajeno (2010). Junto a ellos, el reparto principal de la película lo completan Andrés Parra, actor aclamado por la crítica gracias a su interpretación de Pablo Escobar en la serie Escobar, el patrón del mal, y los peruanos Lucho Cáceres, Tatiana Astengo y Vanessa Saba.
Dentro del equipo técnico de esta coproducción sobresale la participación del director de fotografía colombiano Mauricio Vidal, ganador de la Mención Especial del Jurado en el Camerimage International Film Festival 2014, el festival más importante a nivel mundial en esta área. También contó con el trabajo de los productores Andrés Calderón, Michel Ruben y Cristian Conti de Dynamo, y Miguel Valladares, de Tondero Films, quien a su vez produjo Asu Mare, la película peruana más vista en la historia de dicho país.
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La segunda obra de Javier Fuentes León, coproducida por Perú, Colombia y España, cuenta la historia de Edo Celeste (Salvador del Solar), un reconocido escritor de novela negra, que está obsesionado con encontrar a Celia, su prometida, que desapareció misteriosamente el día del terremoto de Paracas (Perú) en 2007. Siete años después, una enigmática mujer (Angie Cepeda) aparece para entregarle a Edo una serie de fotografías que está convencido provienen del individuo al que cree responsable de la desaparición repentina de su novia. Edo siente que está siendo involucrado en un juego peligroso, pero está convencido que solo resolviendo este misterioso rompecabezas podrá encontrar a Celia.
Este laberinto de pistas envuelven a Edo en una búsqueda frenética y surreal entre las calles de Lima y las playas desiertas de Paracas, que lo enfrentarán a personajes diversos, cada uno de los cuales parece esconder un secreto. Su destino final lo confrontará con un enigma que ningún escritor está preparado para enfrentar.
El elefante desaparecido refleja una madurez tanto técnica como narrativa y que, además, muestra una gran habilidad y capacidad para hacer el cine que quiere, uno que adopta sus gustos personales a través del cual puede acercarse a procesos de goce íntimo, como la escritura literaria.
Este fascinante reto, tanto para su director como para el equipo técnico y artístico, fusiona elementos que están al servicio de una historia cargada de giros, inspirado en fuentes literarias, plásticas y por supuesto, cinematográficas, como el cuento Continuidad de los Parques de Julio Cortázar, el collage Pearl Blossom Highway del artista inglés David Hockney, y la película del director norteamericano David Lynch, Mulholland Drive.
«A pesar de estar disfrazada como un thriller en código de cine negro», anota Fuentes-León, guionista y director, El Elefante Desaparecido es una película muy personal que me permite explorar una serie de ideas que me parecen fascinantes y a las cuales me enfrento constantemente al desarrollar mis propias historias, como por ejemplo la relación que tiene el creador con su creación (y viceversa), o la delgada línea que existe entre la realidad y la ficción (y cómo muchas veces llegamos a mezclarlas), y en especial el proceso intuitivo de crear una historia, el cual suele parecerse al proceso de armar un rompecabezas, como se sugiere en la trama de esta película; un proceso donde poco a poco nuestra imaginación va encontrando y encajando las piezas necesarias para crear un mundo complejo y desarrollar personajes tridimensionales a los cuales poder otorgarles una búsqueda propia».
Este thriller psicológico, que toma prestados elementos clásicos del Film Noir de los años 40 y 50, ha recibido la ovación de la crítica peruana al ser «(…) una cinta que abre, en cada uno de sus planos, incógnitas y misterios que uno quiere ir resolviendo mientras transcurre la trama (…) se trata de un filme que reflexiona sobre temas tan extensos como la creación, sobre la forma en la que el arte puede servir de expiación de culpas, de vehículo para confesar aquello que nos daña y para sanar heridas que, quizá, el tiempo no se ha encargado de cerrar (…)», según afirma el diario El Comercio.
El director Javier Fuentes-León es graduado en la Escuela de Medicina en el Perú, pero al mudarse a Los Ángeles dio un giro radical y cursó una maestría en Bellas Artes (MFA) en el Instituto de California las Artes. Su película de tesis, Espacios (1997) ganó el Premio Nacional de Cortometrajes del gobierno peruano en 1997, y desde entonces ha trabajado en el cine y la TV en Estados Unidos como escritor principal de programas de TV para Telemundo; subtitulador de películas de los estudios de Hollywood y editor de comerciales y programas de TV, tiempo en el que también se ha dedicado a escribir y dirigir. El elefante desaparecido es la segunda obra de este director, tras la aclamada Contracorriente, ganadora de múltiples premios internacionales, incluido el premio del público en el Festival de Sundance 2010 y también en la competición oficial del FICCI 2010.
Un equipo de alto nivel
Después de protagonizar juntos el film Pantaleón y las visitadoras, Salvador del Solar y Angie Cepeda, coinciden de nuevo en El elefante desaparecido. Recientemente, Del Solar debutó el pasado año como director, con su ópera prima, Magallanes, la cual lo hizo acreedor del premio de la industria de Cine en Construcción de la 62 edición del Festival de San Sebastián. Por su parte, Cepeda ha trabajado en países como Argentina, Italia, Estados Unidos y España, en producciones como Un Tipo Corriente (2002), Il Paradiso All´Improvviso (2003), El amor en los tiempos del cólera (2007) y El mal ajeno (2010). Junto a ellos, el reparto principal de la película lo completan Andrés Parra, actor aclamado por la crítica gracias a su interpretación de Pablo Escobar en la serie Escobar, el patrón del mal, y los peruanos Lucho Cáceres, Tatiana Astengo y Vanessa Saba.
Dentro del equipo técnico de esta coproducción sobresale la participación del director de fotografía colombiano Mauricio Vidal, ganador de la Mención Especial del Jurado en el Camerimage International Film Festival 2014, el festival más importante a nivel mundial en esta área. También contó con el trabajo de los productores Andrés Calderón, Michel Ruben y Cristian Conti de Dynamo, y Miguel Valladares, de Tondero Films, quien a su vez produjo Asu Mare, la película peruana más vista en la historia de dicho país.