El miércoles 11 de septiembre arrancó el II Coloquio Internacional Modos de hacer: cines y mujeres de América Latina, que organiza la Universidad Autónoma de Madrid con el apoyo de la Casa de América y que apunta a tres objetivos. El primero es incentivar la reflexión sobre un conjunto de ejes que permitan seguir abriendo enfoques acerca de los procesos materiales de producción frente a las obras, en tanto espacios de coproducción de lo social, lo político y lo estético. El segundo es pensar América Latina desde perspectivas desterritorializadas e identidades transculturales que pongan en tensión la supuestamente consensuada identidad histórica y geopolítica de la región. Finalmente, ser una expresión inclusiva respecto a un amplio conjunto de prácticas, desbordar el ámbito del hacer de las cineastas para integrar otras actividades y profesiones ejercidas en femenino (gestoras, programadoras, archiveras, actrices, etc.), sin las que no es posible comprender el audiovisual como campo extendido y en todas sus dimensiones. Esto es, los cines en plural.
El miércoles 11 de septiembre arrancó el II Coloquio Internacional Modos de hacer: cines y mujeres de América Latina, que organiza la Universidad Autónoma de Madrid con el apoyo de la Casa de América y que apunta a tres objetivos. El primero es incentivar la reflexión sobre un conjunto de ejes que permitan seguir abriendo enfoques acerca de los procesos materiales de producción frente a las obras, en tanto espacios de coproducción de lo social, lo político y lo estético. El segundo es pensar América Latina desde perspectivas desterritorializadas e identidades transculturales que pongan en tensión la supuestamente consensuada identidad histórica y geopolítica de la región. Finalmente, ser una expresión inclusiva respecto a un amplio conjunto de prácticas, desbordar el ámbito del hacer de las cineastas para integrar otras actividades y profesiones ejercidas en femenino (gestoras, programadoras, archiveras, actrices, etc.), sin las que no es posible comprender el audiovisual como campo extendido y en todas sus dimensiones. Esto es, los cines en plural.
*Alicia Scherson fotografiada en la Casa de América durante el II Coloquio Internacional. © Agencia EFE.
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De ahí que no llame la atención que desde las primeras conferencias de la cineasta chilena Alicia Scherson y la documentalista brasileña María Augusta Ramos, el acento del coloquio haya apuntado a la inmensa pregunta celeste del cine latinoamericano: ¿Cómo alcanzar la paridad de género?
“Mientras no haya acciones más violentas, como las cuotas, o la exigencia de la equidad de género, nunca va a conseguirse una paridad total”, dijo Scherson, según recoge la noticia difundida por la agencia EFE. “Soy favorable a las cuotas para mujeres y grupos minoritarios. Es la manera para evolucionar más rápidamente”, señaló Ramos, directora de El proceso, película que aborda la destitución de la expresidente brasileña Dilma Rousseff.
El II Coloquio Internacional Modos de hacer: cines y mujeres de América Latina está organizado por la Universidad Autónoma de Madrid (Facultad de Filosofía y Letras, Grupo de investigación ACCAMC, Secuencias. Revista de historia del cine, Instituto Universitario de Ciencias de la Educación) con el apoyo de la Casa de América de Madrid, en él participan también el Centre for Film Studies & Institute of Global Cinema and Creative Cultures de la Universidad de St. Andrews, el Centre for Iberian and Latin American Visual Studies de Birkbeck (Universidad de Londres), el Instituto de Artes del Espectáculo de la Universidad de Buenos Aires y la Asociación Argentina de Estudios sobre Cine y Audiovisual (AsAECA).
Para Scherson y Ramos, el avance de las nuevas tecnologías y la mayor oferta de escuelas de formación han abierto camino para las mujeres. Sin embargo, lamentan que esa evolución no se vea reflejada en el acceso de las cineastas a mayor visibilidad y a puestos de poder.
Como ejemplos, citan los números de mujeres participantes de los principales premios de los dos últimos festivales de Cannes y Venecia. En el Festival de Cannes de este año sólo cuatro mujeres compitieron por la Palma de Oro en una selección de 21 películas. En el de Venecia fueron tan sólo dos frente a 19 realizadores masculinos.
“Estamos en una etapa intermedia, en la que se ha aumentado la participación femenina en la base, pero todavía no en las cúpulas”, señala Scherson en la nota difundida por EFE. La directora chilena de películas como Turistas, El futuro o Vida de familia lo atribuye al “machismo estructural”, que reserva a los hombres los espacios de decisión.
La directora argentina Lucrecia Martel, presidenta del jurado del Festival de Venecia este año, fue mencionada por las dos conferenciantes como una de los pocas referentes latinoamericanas a escala mundial. Y no es casualidad que fuera precisamente Martel quien, en plena Mostra, expresara su descontento por la falta de presencia femenina en la sección oficial del Festival y abogara también por las cuotas.
“¿Me da felicidad [el tema de las cuotas]?”, se preguntó Martel en Venecia. “No. Pero no sé de qué otra manera podemos forzar esta industria a pensar distinto. Y a mirar las películas filmadas por mujeres. Lo cual no quiere decir que cualquier largo de una directora haga de por sí una gran lectura de la humanidad, pero es indudable que el cine no está representado la complejidad de la sociedad”.
El II Coloquio Internacional proseguirá hasta el sábado 14 de setiembre. En este enlace se puede consultar el programa por días.
*Alicia Scherson fotografiada en la Casa de América durante el II Coloquio Internacional. © Agencia EFE.
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De ahí que no llame la atención que desde las primeras conferencias de la cineasta chilena Alicia Scherson y la documentalista brasileña María Augusta Ramos, el acento del coloquio haya apuntado a la inmensa pregunta celeste del cine latinoamericano: ¿Cómo alcanzar la paridad de género?
“Mientras no haya acciones más violentas, como las cuotas, o la exigencia de la equidad de género, nunca va a conseguirse una paridad total”, dijo Scherson, según recoge la noticia difundida por la agencia EFE. “Soy favorable a las cuotas para mujeres y grupos minoritarios. Es la manera para evolucionar más rápidamente”, señaló Ramos, directora de El proceso, película que aborda la destitución de la expresidente brasileña Dilma Rousseff.
El II Coloquio Internacional Modos de hacer: cines y mujeres de América Latina está organizado por la Universidad Autónoma de Madrid (Facultad de Filosofía y Letras, Grupo de investigación ACCAMC, Secuencias. Revista de historia del cine, Instituto Universitario de Ciencias de la Educación) con el apoyo de la Casa de América de Madrid, en él participan también el Centre for Film Studies & Institute of Global Cinema and Creative Cultures de la Universidad de St. Andrews, el Centre for Iberian and Latin American Visual Studies de Birkbeck (Universidad de Londres), el Instituto de Artes del Espectáculo de la Universidad de Buenos Aires y la Asociación Argentina de Estudios sobre Cine y Audiovisual (AsAECA).
Para Scherson y Ramos, el avance de las nuevas tecnologías y la mayor oferta de escuelas de formación han abierto camino para las mujeres. Sin embargo, lamentan que esa evolución no se vea reflejada en el acceso de las cineastas a mayor visibilidad y a puestos de poder.
Como ejemplos, citan los números de mujeres participantes de los principales premios de los dos últimos festivales de Cannes y Venecia. En el Festival de Cannes de este año sólo cuatro mujeres compitieron por la Palma de Oro en una selección de 21 películas. En el de Venecia fueron tan sólo dos frente a 19 realizadores masculinos.
“Estamos en una etapa intermedia, en la que se ha aumentado la participación femenina en la base, pero todavía no en las cúpulas”, señala Scherson en la nota difundida por EFE. La directora chilena de películas como Turistas, El futuro o Vida de familia lo atribuye al “machismo estructural”, que reserva a los hombres los espacios de decisión.
La directora argentina Lucrecia Martel, presidenta del jurado del Festival de Venecia este año, fue mencionada por las dos conferenciantes como una de los pocas referentes latinoamericanas a escala mundial. Y no es casualidad que fuera precisamente Martel quien, en plena Mostra, expresara su descontento por la falta de presencia femenina en la sección oficial del Festival y abogara también por las cuotas.
“¿Me da felicidad [el tema de las cuotas]?”, se preguntó Martel en Venecia. “No. Pero no sé de qué otra manera podemos forzar esta industria a pensar distinto. Y a mirar las películas filmadas por mujeres. Lo cual no quiere decir que cualquier largo de una directora haga de por sí una gran lectura de la humanidad, pero es indudable que el cine no está representado la complejidad de la sociedad”.
El II Coloquio Internacional proseguirá hasta el sábado 14 de setiembre. En este enlace se puede consultar el programa por días.
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