Antonio es un economista recién recibido que comienza a trabajar en DeVito, una consultora económica, legal y financiera especializada en asesorar a grandes empresas. DeVito Consulting es experta en el manejo de crisis, despidos colectivos, reconversión laboral y comunicación, aprovechándose de una coyuntura de apertura económica y gobierno liberal. Los ejecutivos de DeVito y Antonio, ahora rebautizado Tony, son convocados a una reunión en la Isla de Luppi, una antigua fábrica de productos alimenticios que está en proceso de modernización. La invitación la hace Amanda, la Directora Operativa de Luppi. Se trata de un “All-Day-Meeting” en el que van a pasar un día entero recorriendo las instalaciones de la fábrica reciclada para empaparse de la realidad de la empresa y acceder a manejar su jugosa cuenta. La planta de la isla está prácticamente vacía, porque ha sido reconvertida luego de despedir a todos sus empleados. Tras un largo día de “briefing”, de constante juego de seducción entre los ejecutivos y Amanda y de entrevistas algo extrañas con algunos altos cargos de la empresa, los protagonistas deben pasar la noche en la isla por razones de fuerza mayor. Al caer la noche comenzarán a escucharse ruidos inquietantes y extraños movimientos. Los ejecutivos de DeVito Consulting y Amanda se verán involucrados en una cacería, cuando descubran que los obreros despedidos de la fábrica están viviendo en la estructura subterránea de la misma y se dedican a cazar uno a uno a los protagonistas. Los ejecutivos de DeVito Consulting y Antonio van a descubrir, de manera dolorosa que Luppi ha logrado reconvertirse, traficando órganos de exitosos ejecutivos, como ellos