Consuelo (33), es una ilustradora y escritora de novela gráfica. Después de un corazón roto y un bloqueo creativo para escribir el nuevo número de su famoso cómic Faeriefantasies, vuelve a su ciudad natal, un desierto al noroeste de México al que ella describe como; “Un lugar de visiones y revelaciones.” Para poder aislarse por completo decide instalarse en la casa que le ha heredado su abuela a las afueras de la ciudad sobre una carretera rural rodeada de sembradíos de algodón.
En su aislamiento, compra un juego de realidad virtual llamado SEX AT RANDOM PLACES, en el que puede conocer a otras entidades virtuales para tener sexo en línea. Para jugarlo, se inserta un chip en su cuerpo en el brazo. En la interfaz elige su nombre de usuario, Faeriefantasies666. Al tiempo de estar navegando es diagnosticada con un virus de transmisión sexual que le hace crecer unas protuberancias en su vagina. El médico encuentra el virus muy raro pero asegura que es papiloma. Deben cauterizar y el dolor es intenso. Al tiempo Consuelo empieza a deducir que el virus lo ha contraído en el juego.

Marcos vivía feliz con su familia en una ranchería cerca del puerto de Veracruz hasta que una mañana cuando iba al trabajo con su compadre Roberto, fueron emboscados por un grupo de personas armadas. En el lugar dejaron a Marcos golpeado y se llevaron a Roberto. Marcos abandonó su trabajo y empezó a buscar a su amigo de tiempo completo. Los primeros meses lo buscó vivo pero después de un año empezó a investigar en fosas clandestinas. Una noche con luna llena Marcos empezó a soñar con una mano que salía de la tierra y atrapaba su pie. Después de unos meses, una tarde roja, mientras cruzaba por un terreno baldío de regreso a
casa, se tropezó con una enredadera, las cigarras callaron. Empezó a escarbar en el lugar hasta que encontró un cuerpo.

Luego del sospechoso accidente automovilístico de su hija Fernanda (33), Susana (58) decide obligarla a pasar una temporada en su casa en la playa. Le parece que es una excelente oportunidad para mantenerla vigilada mientras intenta recuperar una relación madre-hija que se ha perdido con el tiempo. En un comienzo las cosas no van como ella esperaría, pues apenas se soportan: para Susana, con su personalidad entusiasta e invasiva, resulta insoportable el incomprensible desgano de vivir que demuestra su hija.
Entre visitas a viejos amigos de la familia y los paseos a la playa, ocurrirá un accidente: Susana atropella al perro de su exesposo y sin hacerle caso a Fernanda, termina raptando al animal por temor a que crean que lo hizo a propósito. Ahora como cómplices de un delito, madre e hija seguirán de cerca la recuperación del nuevo integrante del clan y sin darse cuenta irán construyendo puentes para entenderse la una a la otra.

Una casa ubicada en un barrio de invasión se está dividiendo en dos a medida que un muro de concreto sale del piso. En la puerta está Victoria, una mujer de 76 años que mira con tristeza como el muro sube del suelo mientras una lágrima baja por su rostro.
El interior de la casa es un lugar extraño ya que todos los objetos están partidos a la mitad. Victoria, no solo tiene dividida su casa sino también su memoria debido a una enfermedad que afecta su cerebro. Sus recuerdos se han convertido como los cientos de aviones de papel que cuelgan del techo de su cuarto, unos vienen mientras otros se van. Paulina, su nieta soñadora de apenas 8 años, es la encargada de leerle su diario todos los días para que no olvide su historia. Paulina a través de su imaginación ha creado una colcha de recuerdos que se entretejen para sanar internamente a su abuela fragmentada, y reconstruir una vida de lucha, de una mujer que no se cansó de equivocarse pero que siempre tuvo la fortaleza volver a empezar.

Año 2006, la guerra interna en Colombia pasa por unos de sus años más atroces. Tres científicos, LAURA(32), MANUEL(45) y MAX(35), se adentran en la agreste e inhóspita selva de niebla del pacífico colombiano guiados por un lanchero que apenas conoce la zona. Su misión está al comando de LAURA y consiste encontrar una especie única y rara de la familia de las Ranas de Cristal. El pequeño anfibio, del cual no se tiene registro desde hace décadas, tiene la particularidad de que su piel es transparente, característica que permite ver sus órganos vivos y en funcionamiento.
Después de navegar por tres días y caminar muchas horas, el guía desaparece extrañamente y los científicos quedan perdidos en medio de la imponente selva. Sobreviven unos días, pero nunca encuentran el camino de vuelta, además MANUEL se accidenta sufriendo una grave fractura. Estando ya a punto de perder toda esperanza de vida, y aceptando quedar sepultados entre la vegetación, aparece sorpresivamente un adolescente ofreciéndoles llevarlos a su caserío para curar a MANUEL y salvarlos. En el caserío los recibe una pequeña comunidad de no más de 100 personas que hace años decidió aislarse de cualquier tipo de civilización pretendiendo evitar la atroz violencia del conflicto armado de Colombia y poder vivir en paz. Una familia de la comunidad los recibe con recelo, advirtiéndoles que no son bienvenidos, y que se deberán ir apenas curen a MANUEL. Además, les advierten, de forma amenazante, que nunca podrán contar de la existencia del caserío. Los científicos aceptan la ayuda e insisten en la misión de encontrar la extraña rana.

ROSA es una adolescente indígena de quince años que va la escuela y es la mejor de su clase. Una noche ANASTASIO, su padre campesino, tiene una crisis diabética. PAULINO, el esposo de una prima, hace el favor de llevar a Rosa y su madre, REFUGIO, a una clínica privada en la cabecera municipal. Paulino les presta el dinero para internar al padre y para las medicinas. Refugio se queda con su marido en la clínica.
Un día que Rosa va volviendo de la escuela, descubre que Paulino y sus padres, HERMINIO y CONSUELO, están en su casa, con su madre, Refugio. Les han traído comida y regalos. Cuando ellos se van, su madre le revela que la familia de Paulino quiere a Rosa como esposa del otro hijo que tienen, EZEQUIEL, que vive en Estados Unidos y va a volver pronto.

De aquí se fueron a la Luna es una película ómnibus. Una antología dramática de tres historias sobre la soledad. Además, los relatos también tienen en común a la ciudad de Caracas, la capital de Venezuela. Antes una de las principales urbes de Latinoamérica, sumida hoy en apagones y falta de agua corriente, escasez de alimentos y medicinas, hiperinflación, delincuencia, corrupción, éxodo masivo y rumores de invasión militar.

OFELIA (65), una mujer jubilada de un barrio burgués de Buenos Aires, observa desde su balcón a los cientos de vecinos rabiosos que salieron a golpear sus cacerolas a modo de protesta contra el gobierno de izquierda kirchnerista, para defender al sector agropecuario y repudiar el nuevo impuesto a las exportaciones de cereales. El ruido metálico se hace cada vez más presente y retumba por todo el barrio, hasta aturdir por completo a OFELIA.
OFELIA es una mujer apagada, que se siente sola y sufre no haber encontrado un sentido a su vida. Para compensar este vacío, llena sus días con actividades a medida para ser una mujer decente. Tiene clase y buen gusto, sale a actividades culturales con algunas pocas amigas Por las noches, ocupa el tiempo con reuniones familiares, o comiendo a solas exquisiteces de panaderías gourmet, con las que intenta calmar la ansiedad que le produce su profunda crisis existencial.
Este frágil equilibrio en el que vive OFELIA se altera cuando se reencuentra con MARINA, una ex-alumna veinte años menor que ella, que vive en el país vasco en pareja con una mujer y que regresó de visita a la argentina después de muchos años.