Pueden el amor y la amistad sobrevivir a las fechorías que cometen en nombre de buenas intenciones?

Un grupo de policías investiga un conjunto de videos encontrados en una cámara que ha pasado por diversos estratos de la sociedad cubana, revelando sus juicios y prejuicios.

Christian es una estrella en ascenso en el fútbol mundial. Vive aislado, en un ambiente lujoso y solitario, asediado por fanáticos, presionado por los medios de comunicación y obligado a cumplir los compromisos asumidos por su padre, quien actúa como su manager. Por primera vez Christian siente la necesidad de escapar.

Porfiria migra a la Asunción de los 70’s para emplearse en la casa donde su tía Victorina vive y trabaja desde hace 25 años. El mandato: mantener el sueldo en la familia. Un día, el brillo en una ventana de la casa llama su atención. Movida por la curiosidad, y desafiando su habitual reserva, Porfiria decide investigar. Ansiosa, y comiendo una mandarina, da con una puerta: la habitación de Salvador. Cierto día, todos los habitantes de la casa se ausentan, y ella, ante una emergencia familiar, decide salir. Por primera vez en su vida, Salvador la acompaña.

Lenguas: Castellano/Guaraní

En La Habana del 2016, previo al concierto de Los Rollings Stones, vive Rita, una hermosa mujer de cuarenta años, con su hijo adolescente y su madre. Rita tiene su vida al revés, aunque se empeña en verla al derecho. Su hijo necesita de su permiso para irse a vivir con su padre en Holanda, pero ella se niega a dárselo, la madre asevera tozudamente que su muerte ya tiene fecha y reparte a conciencia consejos y desvaríos, y, para colmos, ella tiene un amante casado que dice amarla a toda costa, aunque sabemos que es mentira. Rita comparte también su tiempo con una amiga especial de nombre Cleo. Ellas son las únicas dos “sobrevivientes” de una generación, “los cuarentones” que se han marchado casi todos a vivir en otras latitudes.

Doña Porota, una señora de 60 años casada con Mariano (75), quien pasa sus días postrado en la cama debido a una enfermedad, acompañado por Linda, su perra labrador de toda la vida, esta por emprender un negocio para salvar las deudas de la enfermedad del marido. Porota mantiene una amistad con Doña Chiquita (70), viuda y dueña de un loro llamado Timoteo; y con Doña Nena (65), solterona conocida por ser muy religiosa. Las tres son vecinas desde hace mucho tiempo.

Un día Porota, recibe un llamado de Chiquita, Porota estaba preocupada por no saber nada de su amiga Chiquita, que le cuenta que hace tres días que cuida a su nieta mientras su hija debía trabajar, Porota después de cortar decide ir a la casa de Nena, ya que esta no le atiende el teléfono, y aprovecha para buscar también a Linda su perra, que no la encuentra por ningún lado, al llegar a la casa de Nena , le comenta que Chiquita viene en un rato para el rezo de las tardes, escuchan sus ladridos, se sobresaltan al ver que Linda llega, con un
ave en la boca, muerta y llena de tierra, mirándolo bien descubren que es el amado loro de su amiga.

Trozos de películas y fotogramas sueltos registrados por el artista amazónico Antonio Wong Rengifo (1910-1965) en los años ‘20 y ‘30, son el punto de partida de este documental. Un material deteriorado y en continua descomposición que abre preguntas sobre la fragilidad de las imágenes que capturamos. Exploramos en las texturas y fragmentos sueltos del trabajo de este primer cineasta amazónico, cuyo legado está a punto de desaparecer.

“Fotogramas rotos”, observa este material frágil y fracturado que guarda registros históricos de la ciudad de Iquitos y de los alrededores de la selva Amazónica. Al tiempo que se detiene a observar la descendencia de Antonio Wong Rengifo. Abuelo, padre, nieto, bisnieto y tataranieto, todos con el mismo nombre y todos con una inquietud por el cine y la fotografía. Siguiendo la vida cotidiana del nieto y bisnieto de Antonio Wong Rengifo, la película se sumerge en el presente de una ciudad que parece suspendida en el tiempo y que se parece mucho al Iquitos que Wong filmó hace casi 100 años.

Alejandra (27) arriba a Cusco. Hace 22 años se fue, junto a su madre, y nunca ha regresado desde entonces a esta ciudad y este país que le son esencialmente ajenos. Alejandra ha venido para vender, junto a su tío Américo, la casa colonial que su familia materna tiene en la ciudad. Haciendo trámites, Alejandra descubre que su padre, que la abandonó cuando ella tenía 3 años, está vivo. Está vivo y preso, por haber militado en Sendero Luminoso, el grupo subversivo maoísta que desencadenó el llamado Conflicto Armado Interno, proceso que estremeció al país durante casi dos décadas. Pese a sus reticencias iniciales, impelida por su tío Américo, Alejandra decide conocer a Pedro, su padre.