Sarah (14) es una joven adolescente que vive sola con su madre Julie (37). Ella practica piano clásico día y noche porque está decidida a ser aceptada en una escuela de música altamente calificada. Aspira a seguir los pasos de su padre Diego (37), un reconocido músico que ha estado ausente la mayor parte de su vida. La vida centrada en la música de Sarah es repentinamente interrumpida cuando comienza a notar signos de enfermedad mental en su madre. Las cosas se salen de control cuando Julie tiene un episodio maníaco en la escuela de Sarah que la lleva a ser internada en un hospital psiquiátrico. Sola en su casa, Sarah está obligada a mudarse con su padre y confrontarla relación con éste.

PHIL (38), nació llamándose Emilio Feliciano. Pero eso era antes de mudarse a la capital y convertirse en uno de los productores musicales más influyentes del país. Eso también quedó en el pasado. En los últimos cuatro años, el sol del Caribe nunca ha afectado su gusto por el ron sin hielo y los trajes aparatosos. Su mansión se ha reducido al sofá de la sala y a su habitación, la más pequeña de la casa. La música es algo que se escucha, pero que jamás se toca.
Tras una habitual noche de autodestrucción, Phil se entera de la solitaria muerte de su madre, a la que hacía un tiempo que no veía, pero aunque lo intente, no tiene la fuerza emocional de ir al funeral. Sin
embargo, la soledad de su madre lo obliga a replantearse su propia soledad y su lugar en el mundo: reconecta con su ex-esposa ANITA (36) con quien creció, y con su mano derecha TITO (35) y se vuelve a acercar a la música, a través de un encuentro con DJ Misterio, un taxista apasionado de la bachata. Ahora a Phil sólo le falta convencer a Don Peña para volver al estudio a hacer música.

Helena Ortiz (30) es una huraña periodista que regresa a Ciénega, un pueblo perdido de pescadores al sur de RD., después de 10 años de ausencia a buscar a su pequeña hija Abril (10) a quien abandonó.

Montevideo es golpeada por un violento copamiento en un minimarket céntrico. Una bala pérdida que impacta de lleno en un transeúnte, otro ruido a bala que testigos y curiosos dicen haber escuchado, la prensa desesperada por dar la primicia y la policía tratando de proceder con cautela y no irritar a esos tres menores delincuentes que tienen a un grupo de rehenes rodeados de varias cargas de dinamita. 100.000 dólares o vuelan todo.

Tres días después del copamiento, ya sabemos que los jóvenes delincuentes se mataron entre ellos y que la idea del “pibe violento y chorro” quedó impresa en el imaginario colectivo.
Pero la trama empieza a complejizarse conforme la historia narra los diferentes eventos del golpe, que se entremezclan con sus vidas, su relacionamiento y los eventos fortuitos y planeados que fueron decantando en lo que sucedió, instaurando la sospecha constante de que lo que está pasando es en realidad otra cosa oculta, la cual poco a poco se irá revelando conforme se suceden los siete disparos que cuentan la trama.

Seis meses después de la muerte de su marido, Rosa vive sola en la casa familiar y con los recuerdos de una relación violenta. Rosa ni siquiera se atreve a entrar al despacho privado de su marido. Su hijo está en la cárcel y deja bastante claro que cuanto menos sepa de ella, mejor. Una amiga le habla de una nueva milonga pero Rosa duda. Contrata a Juan, un manitas local y también amante del tango, para que haga algunos trabajos en la casa. Ella claramente se siente atraída por él. ¿Pero es Juan su caballero de brillante armadura?

Karina Nuñez se gana la vida como trabajadora sexual desde hace 30 años y desde hace 10 es activista feminista y lidera el movimiento por los derechos laborales de su colectivo. A sus 45 años, está buscando cambiar de trabajo, pero las opciones son escasas por su edad, su forma de vida y por el estigma social con el que carga. Karina pudo existir desde otro espacio, redefinió su lugar en el mundo.

Karina integra el sindicato de trabajadoras sexuales. Busca cambiar la ley, que despenaliza su trabajo, pero no reconoce sus derechos laborales. Desde entonces su lucha dejó de ser individual. Con sus compañeras ocupa un rol maternal y de liderazgo, aunque también tiene
diferencias.

Chã das Caldeiras, a 2000m de altitud, es un pueblo dentro de la caldera del volcán Fogo, en Cabo Verde. En la última erupción en 2015, el pueblo fue destruido casi por completo. Los que regresaron tras las cenizas permanecen firmes en la voluntad de quedarse allí, resistiendo toda adversidad: el volcán activo, la precariedad económica, el fantasma permanente de la emigración. En la lucha diaria, los cereales se siembran y cosechan en los nuevos campos de cultivo y las obras de reconstrucción están en marcha: la carretera, las casas, la iglesia, la tienda de souvenirs y el bar. Pero el volcán no duerme y no ha llovido en mucho tiempo.

Durante un ascenso con turistas, Tabaco descubre una fisura en el cráter, lo que pone en alerta al pueblo. En la geografía irreal de la caldera, un misterioso coche fúnebre deambula cargado de arena negra. Hay quienes sueñan con ella. ¿Aparición? ¿Espejismo? Muerte y vida se cruzan en el camino del pueblo por un nuevo camino que se pierde en el horizonte, a la sombra del volcán aparentemente dormido.

Gilda llegó al final de la línea. Una maestra de secundaria jubilada y astuta, siempre un paso por delante, a quien solo le queda alrededor de un año de vida debido al cáncer de la médula espinal, al que llamó “Norberto”. El único deseo de Gilda es despedirse de la vida sin dejar de reconocerse a sí misma, sin dolor ni dramas – pero para esto, le falta- tanto coraje como paciencia. En sus propias palabras, “Quiero morir siendo yo misma, antes de convertirme en un trozo de carne que sólo sabe gritar o sufrir”.

Portugal. Augusta, una inmigrante brasileña desempleada y pintora, vive del juego mientras se autoengaña buscando trabajo. Kátia, otra inmigrante brasileña y recepcionista de una funeraria,
vive rezando por el dinero del alquiler y obsesionado con la idea de quién tiene que ser alguien en la vida.

En una hermosa mañana soleada, Augusta y Kátia se preparan para recibir al Sr. Jair, propietario de la apartamento donde viven. Kátia busca el dinero en una caja, pero encuentra la mitad del valor del alquiler y un arma. Augusta confiesa que compró el objeto en una promoción para estudiarlo para una nueva serie de pinturas de mandalas de paz. Augusta solo lamenta que el dinero no haya sido suficiente para las balas.

El novio de YAO (29), es asesinado mientras ella entregaba un pedido de su restaurante chino. Ahora sola, ella tiene que hacerse cargo del restaurante, mientras le toca convivir con la indiferencia de la policía, de la municipalidad, de la ciudad entera y la de los padres del difunto, quienes quieren quedarse con su negocio.
Mientras sobrelleva el luto y el misterio que ha creado el crimen, Yao también experimenta una nueva libertad que la lleva a buscar una vida menos solitaria y un poco más emocionante, tratando de involucrarse cada vez más con este nuevo entorno que aún le queda por descubrir.

Vera es una adolescente que sufre por no poder controlar su sed de sangre. Cruz, su padre, intenta calmar los instintos de una hija deprimida que vive con miedo de agredir a sus seres queridos.

EL OCASO DE LA AMAZONÍA yuxtapone dos viajes separados por un siglo de diferencia: el primero corresponde a la narración de los diarios de Roger Casement, cónsul británico quien recorrió el río Amazonas en una misión para denunciar las brutales condiciones de explotación de la industria del caucho en 1910. Gracias a su expedición humanitaria, Casement ayudó a detener el genocidio donde murieron más de 30 mil nativos en la selva peruana y colombiana.
El segundo viaje es el de tres indígenas huitoto: Rubén, Mimi y Eriberto, realizado un siglo más tarde en una búsqueda por reconstruir la identidad de su tribu y descubrir su propia versión de la historia. Los protagonistas vuelven sobre los pasos de sus ancestros, deshaciendo la diáspora forzada que sufrieron sus abuelos como esclavos de los caucheros.
La travesía de los tres líderes huitotos permitirá trazar un paralelo entre el pasado y el presente, para mostrar que la violencia de la época del caucho no ha cesado, sino que ha adoptado nuevas formas.