Los tres adolescentes protagonistas de la película La jaula de oro han ganado el Premio a la Mejor Interpretación de la sección Una Cierta Mirada, la segunda más importante del Festival de Cine de Cannes que hace unos días celebró su 66ª edición. La cinta, sobre la inmigración ilegal a Estados Unidos, es la ópera prima del hispano-mexicano Diego Quemada-Díez.
Se llaman Brandon López, Karen Martínez y Rodolfo Domínguez. Los tres son menores de edad y (entre comillas) actores “amateurs”. Brandon y Karen son guatemaltecos y Rodolfo es mexicano, de una comunidad indígena de Chiapas, y antes de que Diego Quemada-Díez lo eligiera como uno de los protagonistas de La jaula de oro, apenas si hablaba en castellano. En la gala de la premiación del Festival de Cannes, el público los aplaudió de pie. El jurado que les otorgó el Premio a la Mejor Interpretación de la sección Una Cierta Mirada argumentó que dicha distinción reconocía “la violencia de la verdad y la intensidad de las emociones de la historia trágica del viaje de tres adolescentes hacia el sueño americano”. De eso trata la película que marca el debut de Quemada-Díez, un cineasta nacido en Burgos, España, pero afincado en México desde hace años y que hasta ahora había desarrollado su carrera como operador de cámara en filmes como 21 gramos, de González Iñárritu. Emocionado, Quemada-Díez se dirigió a sus jóvenes actores y les dijo: “El mundo hoy les ha dicho que su voz es importante, que ustedes son importantes. El mundo les ha dicho que quiere que sigan siendo como son”. También contó que el rodaje de La jaula de oro había sido arduo y complejo, con 120 localizaciones y 1.500 extras en tres países y atravesando más de diez estados de la República Mexicana. “Aunque siempre pensé que si los inmigrantes sufrían ese viaje, nosotros teníamos que vivirlo así”. La película ha obtenido además el Premio Gillo Pontecorvo y una mención especial del François Chalais, ambos también entregados en Cannes.