Este lunes 16 de agosto falleció David ‘Coco’ Blaustein, director de documentales esenciales en la cinematografía política argentina y latinoamericana como Cazadores de utopías (1996), Botín de guerra (2000), Hacer patria (2007), Fragmentos rebelados (2009) o, el más reciente de todos, Se va a acabar (2021), así como productor de muchísimos más (Malvinas. Historia de traiciones, Cuando los santos vienen marchando, La vereda de la sombra, etc).
“Se destacó esencialmente como documentalista, pero también fue productor, docente, miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, dirigió el Museo del Cine y condujo un popular programa de radio sobre el cine nacional, titulado Manivela”, escribió el crítico de cine, programador y jurado en festivales como Sundance, Locarno o Venecia Luciano Monteagudo en el diario Página/12.
Sus colegas de Documentalistas de Argentina (DOCA) también lo despidieron con un sentido mensaje: “El lugar que ocupó hasta hoy será difícil de relevar, pero Blaustein deja también el legado de los sueños colectivos. ¡Hasta la victoria, siempre, Coco!”.
Nacido en una familia de raíces polacas y judías, como contó en Hacer patria, donde trenza su historia personal con la historia política y social de Argentina, Blaustein tuvo que exiliarse en México entre 1978 y 1983, durante la dictadura del general Videla. Allí estudió en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, y más tarde en España, en el Instituto Oficial de Radio Televisión Española, del que egresó en 1993.
Al volver a Argentina creó la productora Zafra Difusión con la que produjo la mayoría de su obra, y fue justamente el lugar donde sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) por el que tuvo que ser internado en una clínica de Buenos Aires cinco días antes de morir.
Su primera obra, Cazadores de utopías, se centraba en los militantes de base y los cuadros medios de la organización guerrillera peronista Montoneros. Cuatro años más tarde, en Botín de guerra, ponía el foco en la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo por identificar a los niños secuestrados por las fuerzas armadas y de seguridad durante la dictadura.
En 2007 Blaustein presentó el que iba a ser su trabajo más personal, Hacer patria, en el que se propone narrar el viaje de su familia paterna desde Polonia hasta Argentina… sin contar con ningún testimonio de primera mano “porque papá nunca me contó, porque no tengo ningún tipo de recuerdo del viaje […] porque las tías no lo habían contado, porque la abuela no lo había contado”.
Su cuarto largometraje, Fragmentos rebelados, está centrado en un activista sindical de los años sesenta, Enrique ‘Quique’ Juárez, que además, como cineasta, firmó una de las películas más audaces del cine político en el continente: Ya es tiempo de violencia (1969).
Su último documental como director, Se va a acabar, en coautoría con Andrés Cedrón, es de este año y aborda los testimonios de trabajadoras y trabajadores que participaron en distintos conflictos sindicales durante la dictadura argentina (1976-1983).
“Pierdo un amigo y compañero de trabajo desde hace más de diez años”, ha dicho Cedrón. “Fue la persona que me marcó en mi carrera, que me ayudó desde un comienzo con mi documental La Caracas [en el que Blaustein figura como productor asociado]”.
“Todo este tiempo construimos una relación creativa y de afecto muy grande, compartiendo casi a diario nuestros proyectos. Me inculcó el amor y el disfrute por el cine, y el compromiso político con el pasado, el presente y el futuro de nuestro país”.
Larga vida a la obra de David ‘Coco’ Blaustein.
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Crédito de la imagen superior: Télam.