Se entiende como primera pantalla la televisión, y como segunda, otra pantalla que se utiliza en simultáneo, normalmente la del móvil, tableta o portátil.
Un número creciente de espectadores son incapaces de ver la TV sin acudir constantemente a otro dispositivo para escribir comentarios en redes sociales, para ampliar información sobre lo que están viendo, o para complementar el contenido broadcast.
A los no nativos digitales les suele resultar distractivo y disruptivo, pero los jóvenes han crecido con múltiples pantallas. Existe toda una industria construyéndose alrededor de la segunda (y sucesivas) pantallas, tanto de contenidos interactivos como de contenidos paralelos, promocionales o sociales, que se comparten en la web 2.0.
Un ejemplo en películas de ficción es el de Disney con Piratas del Caribe, con una edición en BluRay que se sincroniza con el iPad para acceder en simultáneo a contenidos extra.