Como cada año, el Festival Internacional de Cine de Berlín se convertirá en un importante escaparate para la cinematografía iberoamericana, con 35 producciones seleccionadas para competir en sus distintas secciones, más otras cinco que, no siendo propiamente iberoamericanas, cuentan con la participación de al menos un país de nuestra comunidad.
En total, estamos hablando de 40 películas en la 70ª edición de la Berlinale que, como es costumbre en los últimos años, mostrarán al mundo el gran cine que se está haciendo en Iberoamérica.
De las 35 propiamente iberoamericanas, cinco fueron realizadas con los fondos de ayuda del Programa Ibermedia: Un crimen común, del argentino Francisco Márquez, que compite en la sección Panorama; Entre perro y lobo, de la española Irene Gutiérrez, y Chico ventana también quisiera tener un submarino, del uruguayo Álex Piperno, que compiten en Forum; Las niñas, de la española Pilar Palomero, que compite en Generation Kplus; y Meu nome é Bagdá, de Caru Alves de Souza, que compite en Generation 14plus.
La 70ª edición del clásico festival berlinés va del 20 de febrero al 1 de marzo de 2020.
Un crimen común narra la historia de una profesora universitaria que una madrugada recibe la visita sorpresiva del hijo adolescente de la empleada doméstica, a quien ella apenas conoce. Es una noche de tormenta y ella, asustada, no le abre. Al día siguiente, el cuerpo del chico aparece en el río, asesinado por la policía. La película, tercer largometraje en la filmografía de Francisco Márquez, es una coproducción entre Argentina, Brasil y Suiza que recibió la ayuda de Ibermedia en esa línea en la Convocatoria 2018.
Entre perro y lobo, también el tercer largometraje de Irene Gutiérrez, gira en torno de tres excombatientes cubanos de la guerra de Angola que se entrenan en las montañas de la Sierra Maestra para combatir al enemigo. Son los últimos samuráis de la Revolución cubana. Es una coproducción entre Cuba y España que recibió la ayuda de Ibermedia a la Coproducción en la Convocatoria 2016.
Chico ventana también quisiera tener un submarino, debut en el largometraje de Álex Piperno, teje una historia en tres escenarios: un crucero que recorre el sur de Sudamérica, un marinero que descubre un corredor que conduce misteriosamente a un apartamento en Montevideo, y un almacén abandonado en un pequeño pueblo rural de Filipinas. Es una coproducción entre Uruguay, Argentina, Brasil, Países Bajos y Filipinas que recibió la ayuda de Ibermedia a la Coproducción en la Convocatoria 2015.
Por último, Las niñas, debut en el largometraje de Pilar Palomero, narra una historia ambientada en España, en 1992. Celia tiene 13 años y ha crecido sin cuestionar nunca nada de lo que la rodea. La llegada de Brisa al colegio de monjas donde estudia, y su amistad con un grupo de chicas mayores que ella, la lleva a descubrir una realidad que ya no tiene nada que ver con la educación que recibe. Las niñas es una producción española que recibió la ayuda de Ibermedia al Desarrollo en la Convocatoria 2018.
Meu nome é Bagdá (Mi nombre es Bagdá), segundo largometraje de Caru Alves de Souza, sigue el universo de las skaters en São Paulo. Bagdá es una skater de 17 años cuya vida cotidiana se reparte entre el instituto, las pistas de skate y el salón de belleza donde trabaja su madre y se relaciona con otras mujeres infrarrepresentadas en la sociedad brasileña. Las protagonistas son skaters profesionales como Grace Orsato, Karina Buhr, Suzi Rêgo o Gilda Nomacce (a quien vimos en Quando eu era vivo, de Marco Dutra. La película es una producción brasileña que recibió la ayuda de Ibermedia al Desarrollo en la Convocatoria 2015.
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*La foto superior corresponde a Meu nome é Bagdá, de Caru Alves de Souza.