Ocho películas que recibieron ayuda del Programa Ibermedia han sido seleccionadas para el 61º Festival de San Sebastián que este año se llevará a cabo del 20 al 28 de septiembre. El árbol magnético, Kachkaniraqmi (Sigo siendo), La jaula de oro, Las horas muertas, Mujer conejo, Pelo malo, Tanta agua y Wakolda competirán en distintas secciones del festival donostiarra.
Pelo malo, la tercera película de la cineasta y artista plástica venezolana Mariana Rondón, ha sido seleccionada para la Sección Oficial y opta a la Concha de Oro. Está protagonizada por Junior, un niño de nueve años que tiene el «pelo malo». Él lo quiere alisar para la foto de su escuela y verse así como un cantante de moda, lo que crea un enfrentamiento con su madre. Mientras Junior busca verse bello para que su mamá lo quiera, ella lo rechaza cada vez más. Finalmente, Junior se verá obligado a tomar una dolorosa decisión.
El árbol magnético, de Isabel de Ayguavives, ha sido seleccionada para la sección Nuev@s Director@s y opta al Premio Kutxa para primeros o segundos largometrajes. En este caso se trata del primer largometraje de la directora, una coproducción hispano-chilena centrada en el regreso de un joven inmigrante a su país de origen (Chile) tras diez años de vivir fuera. Durante unos días se reúne con su familia en la casa de campo que solían compartir y visita el ‘árbol magnético’, una curiosidad local de extrañas propiedades, que despertará en él sensaciones y afectos casi olvidados.
Las horas muertas, del mexicano Aarón Fernández, también ha sido seleccionada para la sección Nuev@s Director@s. La segunda película de Fernández es una coproducción hispano-mexicana-francesa que ya había participado en la sección Cine en Construcción de la pasada edición. En la desolada costa de Veracruz, Sebastián, un muchacho de 17 años, tiene que administrar sin ayuda el motel de su tío, que alquila habitaciones por horas. Así conoce a Miranda, una clienta habitual que va allí para esperar a un amante que nunca llega, y así se inicia un fugaz juego de seducción entre ambos.
La jaula de oro, ópera prima del hispano-mexicano Diego Quemada-Díez, opta al Premio Horizontes de la sección Horizontes Latinos para películas que hayan sido producidas total o parcialmente en América Latina o que tengan por tema las comunidades latinas del resto del mundo. Cuenta la historia de dos adolescentes que salen de su aldea y a los que pronto se les une un indígena, con quien viven la terrible experiencia que padecen millones de personas cada día, obligadas a abandonar sus lugares de origen. En el camino aparecen la amistad, la solidaridad, el miedo, la injusticia y el dolor. De La jaula de oro ya hemos hablado aquí.
Tanta agua, la coproducción uruguayo-mexicana dirigida por Ana Guevara y Leticia Jorge que ya ganó el Premio a la Mejor Película y Mejor Guión en el Festival de Miami, Mejor Ópera Prima en el de Guadalajara y el Premio de la Crítica en el de Cartagena, también opta al Premio Horizontes de la sección Horizontes Latinos. La película cuenta la historia de un padre divorciado que se va de vacaciones con sus dos hijos adolescentes a los que lleva mucho tiempo sin ver. Las piscinas, que son el gran atractivo del lugar elegido, están cerradas por la tormenta y las miradas reprobatorias de Lucía y Federico hacen que la casa que Alberto ha alquilado parezca cada vez más pequeña.
Wakolda, el tercer largometraje de la argentina Lucía Puenzo, también opta al Premio Horizontes de la sección Horizontes Latinos. La película recrea la figura del médico nazi Josef Mengele durante su estadía en Argentina y ficcionaliza sobre sus experimentos genéticos con una niña con dificultades para crecer. Una familia argentina revive a través de él todas las obsesiones relacionadas con la pureza y la perfección. Sobre todo Lilith, que a sus doce años, en pleno despertar de la sexualidad, siente una inquietante atracción por el forastero. De Wakolda ya hemos hablado también aquí.
Mujer conejo, de la directora argentina Verónica Chen, ha sido seleccionada para la sección Zabaltegi, abierta a las propuestas cinematográficas más sorprendentes y apetecibles y en la que no hay normas formales ni limitaciones temáticas. De hecho, Mujer conejo es una historia nada convencional con una arriesgada propuesta formal que combina la imagen real con la animación. Ana, una joven de origen chino que es inspectora municipal en Buenos Aires, se involucra accidentalmente con la mafia china local. Cuando la amenazan, huye a las pampas, invadidas por conejos carnívoros mutantes.
Kachkaniraqmi (Sigo siendo), del peruano Javier Corcuera, también ha sido seleccionada para la sección Zabaltegi. El nuevo documental del director de La espalda del mundo o Invierno en Bagdad es un viaje musical que empieza en la amazonía peruana, atraviesa los Andes y termina a orillas del Océano Pacífico, contando las historias de los principales músicos de cada región. Kachkaniraqmi significa en quechua «sigo siendo», «aquí estoy otra vez» o «todavía estamos aquí». Como la trayectoria de un río, la película es también una metáfora de la ruta migratoria que han seguido millones de peruanos desde los años cincuenta: del campo a la ciudad, de las provincias a Lima. También hemos hablado de ella aquí.
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