La semana pasada se estrenó la última película del director español Carlos Saura, Zonda, Folclore argentino, un documental que recibió apoyo del Programa Ibermedia en la convocatoria de 2013, y a través de diferentes números propone un recorrido por la música y la danza de raíz folclórica argentina, desde lo más tradicional a lo más experimental.
Hace unos años el director español Carlos Saura conoció al músico argentino Polo Román, ex integrante del grupo folclórico los Chalchaleros, y recordó lo mucho que había escuchado a ese grupo y a otros del país sudamericano en otros tiempos. Muy pronto le surgió la idea de hacer una película sobre la música popular de Argentina en la línea de lo que ya había hecho con Fados (2007), Tango (1998) y Flamenco(1995).
El resultado es Zonda, folclore argentino, un documental que se ha estrenado en Argentina y que a través de diferentes números propone un recorrido por la música y la danza de raíz folclórica argentina, desde lo más tradicional a lo más experimental.
El filme incluye a artistas masivos como el Chaqueño Palavecino, Jairo y Soledad, además del guitarrista Juan Falú, la cantante Liliana Herrero o el charanguista Jaime Torres, algunos más experimentales como Gabo Ferro y Luciana Jury, innovadores como Carlos “Negro” Aguirre, Pedro Aznar y Luis Salinas y a una leyenda viva de la música argentina como es Vitillo Abalos, de 93 años.
La investigación para este película comenzó hace unos tres años con viajes que Saura realizó junto con los productores al norte argentino y a San Juan. De esa provincia en el oeste del país, Saura se llevó el título para su película: el zonda es un viento de esa región, intenso y cálido, que baja desde el norte. El cineasta, de 83 años, director de más de 40 largometrajes entre los que se cuentan ¡Ay, Carmela! (1990), Carmen (1983) y Cría Cuervos (1976), seleccionó personalmente a los músicos y a las canciones a partir de las propuestas que le presentaron Lito Vitale, director artístico, y Marcelo Schapces, productor.
La filmación de este “musical en estado puro”, como lo llama Saura, se realizó en un enorme galpón del barrio La Boca de Buenos Aires con una puesta austera. El director aseguró que hizo la selección con mucha rigurosidad, ya que la película no posee argumento sino que está basada sólo en números musicales.
Saura quiso mostrar que el folclore no es algo viejo, anclado en las tradiciones, sino una música en evolución constante. “Mi interés es abrir una nueva mirada sobre el género. Quiero abrir puertas, ventanas y enseñar a otras personas de otros países que estos ritmos son preciosos como pasó con el fado o con el tango”, dijo el director.
En los 85 minutos que dura la película no faltan homenajes a Mercedes Sosa, de quien Saura se declaró fanático, y a Atahualpa Yupanqui, los dos mayores referentes de la música folclórica argentina, ya fallecidos.
«Siempre había tenido la espina de llegar a filmar sobre la música argentina, sobre todo por la riqueza de sus zambas y chacareras, lo que ustedes llaman folclore.”, expresa Carlos Saura.